Si algún inversor internacional o representante del Fondo Monetario escuchó ayer a Zapatero en el congreso podemos ya darnos por perdidos. En un país que tiene ya casi cinco millones de parados, con una estructura productiva hecha añicos, una morosidad pública y privada de país tercermundista, un sistema de pensiones abocado al desastre y unas entidades financieras que sobreviven gracias a los artificios contables, el presidente del Gobierno sólo tiene capacidad para hacer propaganda, matar al mensajero y, como en él es habitual, apostar por una supuesta "agenda social" como cortina de humo. Eso sí, el optimismo patológico ha desaparecido, y ahora ya "no descarta" que España vuelva a la recesión económica.
Zapatero vuelve a sacar de la chistera la Ley de Economía sostenible y anuncia reformas que, si le hubiéramos hecho caso en ocasiones anteriores, estarían ya realizadas. Me refiero a la del sistema de pensiones, a la financiera, a la del mercado laboral y a la energética.
El presidente dice que va a impulsar estas materias, pero como no se dé prisa va a venir Bruselas con el palo y nos van a temblar hasta las orejas. Sólo hace falta mirar a Grecia, Portugal o Irlanda para saber que un país se va al garete en cuestión de horas debido a una crisis en las cuentas del Estado y/o en el sistema financiero.
Y todo ello, como les digo, envuelto en la propaganda de la "agenda social". Permitan que, una vez más, desmonte esta falacia. Según la tesis socialista se trata de las medidas de intervención estatal que sirven para acabar con la desigualdad de la sociedad, redistribuyendo la riqueza y creando un sistema de protección para los ciudadanos que tienen un menor poder adquisitivo. Aquí se incluiría principalmente el gasto en Sanidad, Educación, Seguridad Social. Planteado de esta forma, ¿quién podría negarse a aumentar el "gasto social"?
Sin embargo, como sucede con todas las políticas colectivistas, el impulso del "gasto social" es una gran trampa que acaba con la poca capacidad de maniobra de la que disfrutan los ciudadanos. El fraude se encuentra en relacionar el aumento del "gasto social" con la mejoría de las condiciones de vida de los ciudadanos.
Esto es una trampa, ya que cuando se eleva el desembolso estatal siempre se hace a costa del expolio de una parte de la sociedad, que nunca es la más pudiente, sino la que no es capaz de ocultar sus ingresos al Fisco con la ayuda de paraísos fiscales, instrumentos de inversión como las SICAV, caros bufetes de abogados o privilegios de la clase política. Es decir, que quienes pagan el gasto son las familias de clase media (reduciendo sus posibilidades de consumo y ahorro), así como las empresas (limitando su capacidad para crear empleo).
Pero es que, además, en el caso de Zapatero, lo que está realizando es un recorte de este tipo de partidas. Según revela hoy El Economista "Zapatero endurecerá las condiciones del subsidio de paro: se ampliarán las ofertas de trabajo que se deben aceptar y harán viables las sanciones".
De esta forma si un desempleado rechaza una oferta perderá la prestación durante tres meses y, si se niega a responder a tres, entonces la perderá de forma indefinida. En el caso del subsidio de 426 euros obligará a todos los desempleados a asistir a cursillos de formación para poder cobrar (en la actualidad sólo es necesario hablar con un orientador). El objetivo final es reducir el volumen de parados oficiales por esta vía, ya que los desempleados que acuden a estos cursos no son parados para el Ministerio de Trabajo, y el Gobierno los saca de las listas.
Toda la prensa económica hace referencia a la intervención de Zapatero en el Congreso. En su Editorial, el diario Expansión critica la "resignación ante la adversidad económica" y considera el Pleno monográfico "desalentador y decepcionante", un acto en el que Zapatero "de manera insólita" ha aparcado su proverbial optimismo. "Si a España le urge recuperar la confianza de los inversores plenos como el de ayer son la mayor garantía para no conseguirlo".
Sobre todo cuando la OCDE asegura que "hacen falta 15 años para revitalizar el mercado laboral español", lo que se traduce en "dos décadas perdidas" para España.
Sin embargo, el diario Cinco Días hace valer su condición de medio de Prisa y apoya sin fisuras la tesis de Zapatero. El diario vuelve a defender las mentiras del Gobierno y las viste de conceptos técnicos que no aguantan el más mínimo análisis y que enfadará a más de uno de los lectores del diarioque busquen análisis acordes a la realidad. Les muestro un párrafo del Editorial para que lo vean:
"En ningún caso se plantea, ni remotamente, la posibilidad de que España tenga necesidad de un rescate por parte de sus socios, como ha sucedido con Grecia e Irlanda. Todos los organismos internacionales y los propios analistas se afanan en diferenciar España de estos dos países de la zona euro. Es la demostración de lo obvio" (...) "Pero los insaciables mercados detectan que languidece el impulso reformador del Gobierno"