A lo largo de su larga campaña electoral, Barack Obama citó en numerosas ocasiones a España como su modelo en el tema de energías renovables. Es más, dentro de su plan de reactivación económica incluyó hasta 2.000 millones de dólares en 2009 para la construcción de granjas de energía eólicas. Es un programa similar al que ha desarrollado en los últimos años José Luis Rodríguez Zapatero.
El problema es que los resultados, según algunos de los analistas de la prensa estadounidense, no están siendo los esperados. Así, la semana pasada, desde ABC News se criticaba que la gran mayoría de los empleos creados en las plantas eólicas habían ido a parar a las manos de compañías extranjeras.
Según los datos del informe Investigative Reporting Workshop, el 80% del dinero ha recaído en empresas no estadounidenses, lo que habría provocado que sólo “doscientos de los 6.200 empleos creados” hayan ido a parar a sus nacionales.
Curiosamente, es Iberdrola, con 577 millones de dólares (más del 25% del total) la compañía más beneficiada, y la que concita más críticas de los periodistas americanos. Así, se echa en cara a su filial Gamesa que haya destruido 100 empleos de su planta en Pennsylvannia (una instalación que visitó el propio Obama durante su campaña electoral) a pesar de ser la empresa más favorecida con las subvenciones.
Un aislamiento algo caro
El segundo plan de Obama relacionado con la energía y el medioambiente que está en la picota en los últimos días se refiere al programa de apoyo para mejorar la eficiencia energética de los hogares estadounidenses. Según Los Angeles Times, los 5.000 millones de dólares de financiación sólo han servido para crear 87.000 empleos y hacer obras en 9.000 casas.
Con estos datos, saldría una media de 57.360 dólares por casa (unos 42.500 euros), una cantidad que algunos analistas creen bastante elevada. Lo cierto es que, a precios de mercado, estos siete millones de pesetas por hogar darían para bastantes ventanas con aislamiento térmico, placas solares o radiadores más eficientes.
El Gobierno ha declarado que no han sido 9.000 casas, sino 22.000 (aún se quedarían bastante lejos de las 593.000 inicialmente previstas), y el departamento de Industria ha contraatacado pidiendo que se contabilicen las casas reformadas con el anterior plan. Incluso con estas viviendas, la cifra total sumaría 124.000 casas. Es decir, menos de la cuarta parte de las presupuestadas.