La organización atribuye la bajada de los precios a la caída del coste del petróleo, cuyo valor se ha reducido un 54,2% en los últimos 12 meses, y a la "debilidad" de la demanda nacional, que "continuará limitando el avance de los precios".
Sin embargo, los sindicatos, que atribuyen la caída del IPC a las mismas causas, defienden una política de garantía y mejora del poder adquisitivo de los salarios.
UGT no considera que se haya entrado en una espiral de deflación, sino en un proceso de corrección y normalización de los altos precios del petróleo y de determinadas materias primas registrados el pasado año. En este sentido, UGT indica que la inflación subyacente -que excluye los elementos más volátiles como la alimentación y la energía- se situó en el 1,3% en tasa interanual.
El sindicato destaca que los datos de negociación colectiva del mes de abril muestran que se han firmado un total de 3.039 convenios para este año, con una media de incremento salarial del 2,66%. Ello indica, según UGT, que la negociación salarial avanza a buen ritmo, si bien afirma que podría mejorar si las patronales CEOE y Cepyme "no mantuvieran su falta de compromiso".
Para UGT es prioritario reactivar el consumo a través de la protección del poder adquisitivo de los salarios y de garantizar el flujo de crédito a las familias, empresas y autónomos.
Por su parte, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, aseguró que el descenso de la inflación en abril tiene su lado positivo porque contribuye a mejorar la competitividad.
Vegara reiteró que todo apunta a que la inflación negativa continúe en los próximos meses "con permiso del petróleo", y a finales de año se volverá a tasas reducidas de crecimiento positivo. No obstante, la moderación del precio del petróleo, que llegó a valer 147 dólares el barril a mediados de julio, se produjo tras el verano.