(Libertad Digital) La morosidad y el paro pueden ser los dos factores que agudicen los efectos de la crisis económica española. La explosión de la burbuja inmobiliaria ha generado una oleada de impagos (tanto de promotores como de hipotecados) que no se pueden compensar con el negocio de nuevos créditos debido a las restricciones internacionales y a la falta de solvencia de algunas entidades.
Según los datos publicados este miércoles por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), la morosidad de estas entidades se ha disparado un 32,7% en 2008, pasando del 2,75% de impagos del cierre de 2007 al 3,65% del pasado año. Al mismo tiempo, las cajas han reducido el ritmo de concesión de créditos y lejos quedan ya las tasas de crecimiento del 16,7% contabilizadas hace un año.
Según la CECA, las cajas de ahorros han aumentado el volumen de créditos un 7%, hasta los 930.787 millones de euros, aunque muchos de ellos no son nuevos préstamos, sino refinanciaciones de los ya concedidos. Las entidades prefieren llegar a un acuerdo con los morosos para el pago de la deuda en lugar de embargarles, ya que esto aumentaría la tasa de morosidad y afectaría a la solvencia de los bancos y cajas de ahorros,
Aún así, la patronal argumenta que “este ritmo de crecimiento del crédito es muy destacable si se tienen en cuenta las fuertes restricciones crediticias que desde el año pasado viven los mercados internacionales y la propia evolución a la baja de la economía española".
Concretamente, los préstamos concedidos a familias y empresas alcanzaron un saldo de 887.819 millones a diciembre, lo que significa un aumento del 6,6% en relación al saldo del mismo mes de 2007. Si se compara con noviembre, los créditos a estos sectores disminuyeron un 0,1% en diciembre, con 881 millones menos.
Los depósitos a la vista bajan un 3,8%
Por su parte, los depósitos de la clientela alcanzaron en diciembre 791.569 millones de euros, lo que significa un crecimiento del 8,4%, evolución que la CECA interpreta como una "evidente muestra de confianza" por parte de los clientes en sus entidades en un entorno de deterioro económico.
El saldo de los depósitos del sector privado residente terminó en 739.411 millones (+9,6%) con una evolución dispar dependiendo de si se trata de depósitos a la vista o a vencimiento. De este total, 521.055 millones corresponden a depósitos a vencimiento (+16,4%) y 218.356 millones a la vista, es decir, cuentas corrientes (-3,8%).
Por su parte, los depósitos a plazo, que representan el 62% del total de los depósitos de clientes de las cajas se situaban a finales de diciembre en 491.148 millones de euros, lo que arroja un significativo avance del 17,8%.