Una encuesta realizada entre el 4 y el 7 de diciembre difundida por Bloomberg pone de manifiesto la creciente desconfianza de la ciudadanía estadounidense hacia una de las instituciones económicas más importantes del planeta: la todopoderosa Reserva Federal que preside Ben Bernanke.
La mayoría de los encuestados, independientemente del espectro político al que pertenecen, señala que la FED no debería mantener por más tiempo su teórica independencia a la hora de adoptar decisiones sobre tipos de interés y política monetaria. En concreto, un 39% de los estadounidenses está a favor de que el Congreso establezca un mayor control y supervisión sobre la institución, mientras que un sorprendente 16% apoya directamente la abolición de la FED. Tan sólo el 37% mantendría su actual statu quo.
Los republicanos (16%) y los ciudadanos que se califican como independientes (19%), no adscritos a ningún partido, son los más favorables a eliminar la FED, mientras que en el caso de los demócratas esta opción cae hasta el 12%. Entre los simpatizantes del Tea Party, un 21% apoya la abolición de la Reserva Federal.
Además, una amplia mayoría desconfía de la política monetaria de Bernanke. Así, más de la mitad de los encuestados coincide en que la ampliación de la compra de bonos (Quantitative Easing II), anunciada por Bernanke recientemente, no ayudará a reactivar la economía de la primera potencia mundial.
Todo ello coincide con la elección del congresista republicano Ron Paul para presidir el subcomité de la Cámara de Representantes de EEUU que supervisa a la Reserva Federal norteamericana. Paul, autor del libro End the Fed (Acabe con la Fed), es uno de los mayores críticos de la banca central y, con concreto, de la política monetaria que mantuvo Alana Greenspan y su actual sucesor en la presidencia de la entidad, Ben Bernanke.
Y es que Ron Paul lo tiene muy claro: "La FED es la única responsable de la crisis financiera". Tal afirmación, avalada por los datos, es compartida por otros analistas de referencia tales como, por ejemplo, el alemán Dirk Müller, o el español Jesús Huerta de Soto (catedrático de Economía en la Universidad Rey Juan Carlos).
Paul inició hace meses una polémica campaña política con el fin de auditar los libros de la FED, hasta ahora secretos. Su intención última consiste en abolir la Reserva Federal para que, posteriormente, sea el mercado la única institución encargada de determinar los tipos de interés oficiales en EEUU.
Asimismo, dos dirigentes republicanos, el senador por Tennesse, Bob Corker, y el representante de Indiana, Mike Pence, presentaron en noviembre una propuesta para reformar el actual mandato de la FED. Desde 1978, la Reserva Federal tiene como objetivo, no sólo mantener un nivel de precios estable, sino también impulsar el pleno empleo. La reforma de los republicanos persigue eliminar este segundo mandato estatutario con el fin de limitar así la amplia intervención monetaria de la que hoy goza el banco central más poderoso e influyente del mundo.