Así lo demuestra el incremento de carteles que bares y cafeterías han colocado en los últimos días, advirtiendo de la necesidad de pagar antes de marcharse.
Algunos propietarios han optado por echarle imaginación y creatividad a estos carteles para, además de informar a la clientela, no violentarla. Otros no se han andado por las ramas y han ido al grano con mensajes del tipo "Puedes fumar; pero paga", dirigidos a los listillos que, aprovechando que salen a la calle a echar un pitillo, se dan el piro sin saldar la cuenta.
El portavoz de la citada federación, José Luis Guerra, explicó que la incidencia de este fenómeno en la facturación de los establecimientos es baja. Sin embargo, es destacable que, desde el 2 de enero, se ha duplicado o incluso triplicado esta práctica. "Ahora, como la gente sale al exterior del local para fumar, es más fácil escabullirse", señaló Guerra, sobre todo en los bares y cafeterías, más que en los restaurantes, y especialmente en los bares de noche.
Evidentemente, los clientes habituales, conocidos en el local y que piensan volver, no incurren en esta práctica, salvo que se trate de un despiste. Sin embargo, sí ocurre a veces con el cliente de paso.
Por su parte, una fuente de la Asociación Empresarial de Hostelería de la Comunidad de Madrid "La Viña" confirmó, que desde la entrada en vigor de la norma que impide fumar en el interior de los establecimientos, "es más fácil irse sin pagar": el cliente sale a fumar y, sin volver a entrar para abonar la cuenta, se marcha a otro lado.
Caída de clientes y de recaudación
Al margen de este efecto negativo colateral de la ley en sus cuentas de resultados debido a la proliferación de los "sinpa", ambas organizaciones incidieron además en los negativos efectos que la nueva normativa está teniendo en el sector en términos generales.
El portavoz de la Federación Española de Hostelería no dudó en tachar de "notable" el impacto de esta norma en la recaudación de bares y cafeterías. "La caída está siendo bastante generalizada", al contrario de las previsiones del Gobierno, dijo. En este sentido, auguró que lo más probable es que se cumplan sus previsiones de descenso de ventas de entre el 5% y el 7% en restaurantes, cerca del 10% en bares y cafeterías y aproximadamente un 15% en bares de copas.
Desde la asociación madrileña "La Viña" explicaron que la facturación total de los locales está cayendo desde el 2 de enero porque acuden menos clientes, permanecen menos tiempo en el local y hacen menos consumiciones.
"Las sobremesas se han reducido, y también están notando descensos de hasta el 60% de la facturación bares de barrio a los que acudía la gente a echar una partida y fumar", explicó la citada fuente.