Tienes toda la razón Agal,mientras antes se inicia la purga,antes saldremos saneados de este sinsentido.

El gobernador del banco de España tendría que obligar a TODOAS las entidades bancarias a valorar sus activos inmobiliarios a un precio real, aunque esto les suponga dedicar a reservas mucho más dinero del que ahora asignan. Ya se que esto puede traer inclusive alguna quiebra, pero lo que no se puede es mantener los instrumentos de estafa en perfecto estado de uso, por si algún desesperado pica...

¿Mil millones de euros?... ¡¡¡Diooos!!!

.....La actitud de la Junta de Andalucia, èn èste sentido, es una muestra màs de la lejanìa que ostentan de la realidad, NADIE en su sano juicio, salvo que sea subnormal ò delincuente, compraria un piso en èste momento en Andalucia, por una simple razòn, cuando un pais està en quiebra y no dispone de una moneda que refleje EL VERDADERO VALOR DE LAS COSAS, ès imposible que la gente arriesgue a comprar nada porque no hay un precio de referencia, las cajas y demas "empresas" dedicadas a fomentar la ruina gestionada por la politica de agotamiento del sistema que se llevò a cabo en èstos ùltimos años tienen apalancados miles de pisos SOBREVALORADOS, que no pueden ni vender ni capitalizar en su VERDADERO VALOR, por tanto ès ABSOLUTAMENTE INMORAL, que se pretenda vender un bien -cargado de impuestos en èste momento como una propiedad- que no tiene precio de referencia, ademàs si una autoridad como el gobernador del Banco de España, nos dice que la vivienda bajarà un mìnimo del 50 por ciento....a que jugamos...?...lo dicho...subnormales ò delincuentes (èstos ùltimos porque el precio les daria igual...bueno quièn sabe)...

Pero con esta incertidumbre ¿quién en este momento se va a atrever? quien tiene en primer lugar para sufragar los gastos primarios que conlleva cualquier transación inmobiliaria? Nadie, absolutamente nadie, todos los jovenes piensan lo mismo y si mañana me quedó sin trabajo? El problema no es que suban o bajen el precio de los inmuebles, el problema realmente es la incertidumbre ante el mañana.