LD (EFE) De acuerdo con el último informe sobre el mercado de oficinas de la consultora inmobiliaria Aguirre Newman, el protagonista de las operaciones sigue siendo el inversor nacional, tanto de carácter privado como institucional, mientras que el inversor extranjero ha disminuido significativamente su actividad.
En este sentido, el director de Análisis e Investigación de Mercados de Aguirre Newman, Javier García Mateo, subrayó el interés mostrado durante el pasado año por los fondos de inversión internacionales de perfil oportunista, que, sin embargo, no llegaron a materializar ninguna operación.
La causa fue el "importante diferencial" existente entre las ofertas realizadas por dichos fondos y los precios exigidos por los vendedores, una brecha que García Mateo considera que se irá estrechando durante este año y el próximo, lo que permitirá que comiencen a cerrarse operaciones.
En este sentido, el director de Análisis e Investigación de Mercados de Aguirre Newman, Javier García Mateo, subrayó el interés mostrado durante el pasado año por los fondos de inversión internacionales de perfil oportunista, que, sin embargo, no llegaron a materializar ninguna operación.
La causa fue el "importante diferencial" existente entre las ofertas realizadas por dichos fondos y los precios exigidos por los vendedores, una brecha que García Mateo considera que se irá estrechando durante este año y el próximo, lo que permitirá que comiencen a cerrarse operaciones.
Los promotores se niegan a bajar el precio
En su opinión, con las oficinas no se producirá el fenómeno que se está dando en el mercado residencial, donde los promotores están optando por traspasar las viviendas que no venden a la banca acreedora a cambio de cancelar deuda, en lugar de bajar más los precios.
Según explicó García Mateo, este mercado no está tan sobredimensionado como el de la vivienda, ya que mientras el residencial estaba en plena expansión, el de oficinas atravesó una crisis entre 2001 y 2003 (después del ataque contra las Torres Gemelas de Nueva York) que obligó a ajustar tanto precios como oferta disponible.
No obstante y ante la posibilidad de que las inversiones sigan cayendo, se está ralentizado la puesta en el mercado de más metros cuadrados disponibles, de tal manera que en Madrid se han retrasado o paralizado entre el 30 y el 40 por ciento de los nuevos proyectos y en Barcelona, en torno al 12 por ciento.
Otro parámetro que influye en la caída de la inversión es el descenso de la demanda por parte de los usuarios de oficinas, que en 2008 contrataron la mitad de metros cuadrados que un año antes, lo que repercutió en un incremento de la tasa de oficinas desocupadas del 5,3 al 7,1 por ciento.
La incertidumbre sobre las tasas de ocupación provoca que los inversores exijan una rentabilidad más alta, pese a que Aguirre Newman considera que no podrá subir mucho más, después de que en 2008 haya aumentado en Madrid y Barcelona hasta el 5,9 por ciento, en línea con París, Fráncfort y Milán, pero lejos del 6,8 por ciento de Londres.