LD (EFE) A pesar de este descenso del IPC, en línea con lo previsto por los analistas, la inflación británica se mantiene por encima del objetivo marcado por el Gobierno de Gordon Brown, que pretende situarla en el entorno del 2%.
Tras el inesperado repunte registrado en febrero, la caída registrada en marzo vuelve a r esucitar los temores sobre la posibilidad de que el país entre en deflación tras las sucesivas bajadas de tipos de interés decretadas por el Banco de Inglaterra en los últimos meses.
Este recorte de los tipos de interés ha provocado que el Índice de Precios Minoristas (RPI, en inglés), que incluye el coste de la vivienda y el pago de los intereses de las hipotecas, se situara en marzo en el -0,4%, cuatro décimas menos que en el mes anterior.
Se trata de la primera vez que este indicador se sitúa en terreno negativo desde 1960, un hecho que podría afectar directamente al bolsillo de los ciudadanos, ya que es el índice que se utiliza para calcular los aumentos de sueldos, las pensiones y el impuesto municipal.
Los analistas explican que esta caída se ha producido por el descenso del precio de las cuotas de las hipotecas tras la rebaja de tipos hasta el 1% efectuada en febrero.
Estos expertos advierten de que este índice podría continuar a la baja en abril, a medida que se traslada el recorte de tipos efectuado por el Banco de Inglaterra, que los dejó en marzo en el 0,5% actual.
En cuanto a la caída del IPC, la Oficina Nacional de Estadística británica señala que ha estado determinada por la bajada del precio del gas, la comida y las bebidas no alcohólicas. En el ámbito alimentario, los productos que más se depreciaron el pasado mes fueron la fruta, las verduras y el pan
Tras el inesperado repunte registrado en febrero, la caída registrada en marzo vuelve a r esucitar los temores sobre la posibilidad de que el país entre en deflación tras las sucesivas bajadas de tipos de interés decretadas por el Banco de Inglaterra en los últimos meses.
Este recorte de los tipos de interés ha provocado que el Índice de Precios Minoristas (RPI, en inglés), que incluye el coste de la vivienda y el pago de los intereses de las hipotecas, se situara en marzo en el -0,4%, cuatro décimas menos que en el mes anterior.
Se trata de la primera vez que este indicador se sitúa en terreno negativo desde 1960, un hecho que podría afectar directamente al bolsillo de los ciudadanos, ya que es el índice que se utiliza para calcular los aumentos de sueldos, las pensiones y el impuesto municipal.
Los analistas explican que esta caída se ha producido por el descenso del precio de las cuotas de las hipotecas tras la rebaja de tipos hasta el 1% efectuada en febrero.
Estos expertos advierten de que este índice podría continuar a la baja en abril, a medida que se traslada el recorte de tipos efectuado por el Banco de Inglaterra, que los dejó en marzo en el 0,5% actual.
En cuanto a la caída del IPC, la Oficina Nacional de Estadística británica señala que ha estado determinada por la bajada del precio del gas, la comida y las bebidas no alcohólicas. En el ámbito alimentario, los productos que más se depreciaron el pasado mes fueron la fruta, las verduras y el pan