(Libertad Digital) El ministro de Industria, Miguel Sebastián, restaba el pasado mayo importancia al desplome del Índice de Producción Industrial aludiendo a "factores estacionales" y dijo que el sector estaba "fuerte", atribuyéndole la responsabilidad de ser "uno de los pilares de la recuperación económica".
Entonces, el Índice de Producción Industrial se derrumbaba en marzo, al sufrir una caída del 13,3 por ciento respecto al mismo mes de 2007, la mayor contracción de este indicador en la historia reciente de España.
Varios meses después, la industria sigue en crisis, incluso más acentuada si cabe. La construcción y el turismo ya no contribuirán al crecimiento del PIB en 2008, según admiten las propias empresas y las perspectivas para la actividad industrial no son buenas.
De hecho, según informe del banco suizo UBS al que ha tenido acceso LD, España ocupa el vagón de cola en lo referente al Índice de Gerentes de Compra (PMI) manufacturero, indicador que sirve para conocer la competitividad de las compañías con el exterior.
La entidad hace una clasificación de los "buenos", los "feos" y los "malos", en referencia al western del director Sergio Leone que, en su traducción al español, se titula "El bueno, el feo y el malo". Según este criterio, realizado en función de la desviación del PMI desde la base de 50 puntos, España es el último país, es decir, el "más feo".
Y los datos del Instituto Nacional de Estadística certifican la crisis del sector. La facturación en la industria española disminuyó el 4,3 por ciento en agosto pasado con respecto a igual mes de 2007. De este modo, el sector industrial español intensifica su particular recesión económica (dos trimestres consecutivos con tasas de crecimiento negativas).
Por destino económico de los bienes, las cifras de negocio en la industria aumentaron el 28,5 por ciento en el caso de la energía y cayeron para los bienes intermedios, el 11,2 por ciento, y para los de equipo, el 10,9 por ciento.
En el caso de los bienes de consumo, el descenso fue del 5,7 por ciento (una disminución del 22,6 por ciento para los duraderos y del 4 por ciento para los no duraderos).
En el caso de los bienes de consumo, el descenso fue del 5,7 por ciento (una disminución del 22,6 por ciento para los duraderos y del 4 por ciento para los no duraderos).
Por su parte, las entradas de pedidos bajaron el 6,6 por ciento en tasa interanual, debido principalmente a la disminución del 20,2 por ciento en el caso de los bienes de equipo; del 10,5 por ciento para los intermedios, y del 7,3 por ciento para los de consumo (un 21,9 por ciento menos para los duraderos y una disminución del 5,7 por ciento para los duraderos).
En el caso de la energía el índice de entradas de pedidos aumentó el 29,5 por ciento con respecto a agosto del año pasado. En cuanto al periodo acumulado hasta agosto, la facturación de la industria creció el 2,7 por ciento, a lo que contribuyó especialmente la subida del 32,2 por ciento en el caso de la energía.
En los bienes de consumo creció el 1,4 por ciento (una caída del 9,8 por ciento para los duraderos y un aumento del 3,2 por ciento para los no duraderos), en tanto que para los bienes intermedios cayó el 1,5 por ciento y para los de equipo el 0,7 por ciento.
Las entradas de pedidos entre enero y agosto aumentaron el 3,1 por ciento con respecto al mismo periodo de 2007. Según el destino económico de los bienes, los pedidos aumentaron el 32,9 por ciento para la energía y del 1,5 por ciento para los bienes de consumo (un 9,5 por ciento menos para los duraderos y un 3,3 por ciento más para los no duraderos).
En el caso de los bienes intermedios las entradas de pedidos cayeron el 1 por ciento, mientras que para los de equipo lo hicieron el 0,6 por ciento.