Se trata, en esencia, de un Gran Hermano fiscal, ya que Hacienda sería la encargada de pagar a todos los asalariados británicos, previo pago de impuestos. La propuesta que plantea el Gobierno consiste en que los empleadores (empresas) remitan a Hacienda las nóminas de sus trabajadores para aplicar directamente la carga tributaria correspondiente. Una vez pagados los impuestos, sería la propia Hacienda británica la encargada de enviar el sueldo neto, vía transferencia, a los asalariados del país.
Una idea que rompería con el actual esquema tributario, vigente desde hace 66 años, y que, al igual que otros muchos países (incluido España), consiste en que la empresa retiene al empleado los impuestos para pagar a Hacienda, pudiendo el contribuyente presentar una declaración a final de año con el fin de abonar la diferencia o recibir la devolución correspondiente.
Sin embargo, esta medida permitiría al Fisco obtener información en tiempo real, ya que controlaría directamente todas las nóminas, informa la CNBC. La propuesta, planteada el pasado julio, señala que se trata de un plan "radical", ya que centralizaría el pago y las deducciones fiscales en tiempo real.
Los expertos consultados por la cadena estadounidense indican que esta medida obligaría a poner en marcha un gran sistema informático para gestionar las nóminas de todo el país, y Hacienda "no tiene un buen historial en el manejo de grandes equipos" y suele cometer muchos errores.
"Si Hacienda tiene acceso directo a las cuentas bancarias de los empleados y comete un error, la gente se va a sentir muy expuesta y vulnerable", según George Bull, experto en fiscalidad de la firma Baker Tilly, una de las mayores firmas de contabilidad y asesoramiento empresarial del mundo. "La posibilidad de errores generalizados podría ser alta".
Pero, independientemente de los errores que pudieran surgir, la cuestión es que la aprobación de dicha medida posibilitaría a Hacienda manejar de forma directa y en tiempo real las retribuciones de millones de trabajadores británicos, ampliando hasta el extremo la indefensión del ciudadano ante la intervención del Estado.