"No podríamos decir que las dos fusiones hayan suspendido, sino que no cumplían determinados porcentajes si se produjera la peor hipótesis sobre valoración de sus activos", ha asegurado el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo.
Nadal ha recordado que, a diferencia de otros países europeos, el Gobierno central ha tenido un "gran interés" por que todo el sistema financiero español fuera sometido a las pruebas de estrés, para garantizar su solvencia y transparencia.
Mientras que los bancos españoles han aprobado las pruebas de estrés financiero hechas por el Comité de Supervisores Europeos (Cebs), cuatro cajas de ahorros no las superaron: la andaluza Cajasur –intervenida meses atrás por el Banco de España–, la castellana Caja España-Caja Duero, Banca Cívica (Navarra, Burgos y Canarias) y las dos cajas catalanas mencionadas.
Según los supervisores, Unnim (SIP formado por Caixa Sabadell, Caixa Terrasa y Caixa Manlleu) necesita 270 millones de euros de capital adicional para cubrir la peor de las coyunturas macroeconómicas posibles, mientras que la unión entre Caixa Catalunya-Manresa-Tarragona, requeriría 1.054 millones.