LD (EFE) La Asociación Europea de Industria Fotovoltaica (EPIA, por sus siglas en inglés) reclamó este lunes a los gobiernos de los países de la UE que consideren establecer una tarifa adicional para los consumidores como mejor forma para financiar la energía solar.
"El sistema que han utilizado países como España, donde el gobierno financia directamente el desarrollo de la industria fotovoltaica es el peor que puede aplicarse", explicó en declaraciones a Efe el secretario general de la organización, Adel El Gammal.
Según Gammal, este mecanismo motiva la especulación y deteriora la imagen de la energía solar, mientras que otros como el que utiliza Alemania -a través de una tarifa adicional que paga el consumidor- es mucho más efectivo.
La factura de los hogares alemanes subió una media de dos euros al mes con este sistema en 2008, pero permite un desarrollo sostenible frente a la experiencia española donde el mercado sufrió una explosión tan brutal en los últimos dos años que el Gobierno tuvo que fijar un limite anual para ser capaz de gestionar el crecimiento, recalcó Gammal.
Asimismo, uno de los principales problemas que dificulta la implantación de este tipo de energía es que el farragoso proceso administrativo desalienta la inversión. En España, la media para conseguir los permisos para la instalación de paneles se eleva hasta el año y medio en muchos casos, lo que hace esta técnica prácticamente inviable para particulares y muy costosa para su desarrollo a escala industrial.
La Unión Europea ha dado el primer paso necesario para motivar el desarrollo de la tecnología solar al comprometerse a lograr que un 20 por ciento de la energía que consume proceda de fuentes renovables en 2020, considera EPIA.
Sin embargo, hay otras muchas medidas que son necesarias a escala europea desde más financiación hasta un control serio de la implantación de los planes nacionales de renovables. "La UE debe asegurarse de que los estados miembros cumplen sus obligaciones y para ayudarles debería ofrecerles unas recomendaciones claras", indicó en rueda de prensa uno de los miembros de la plataforma, Laurent Dumarest.
Para ayudar a la UE a ejercer este seguimiento, la asociación planea lanzar un observatorio, accesible a través de internet, a través del cual se facilite información y se pongan en común las experiencias en este sentido.
EPIA asegura que la industria fotovoltaica es capaz de reducir sus precios alrededor de un 8 por ciento cada año , ya que su desarrollo depende casi en exclusiva de la tecnología y no afronta gastos como el del transporte, que sí tienen otros sectores.
Aún así, recalca que es esencial "motivar el cambio" y concienciar a los inversores, ya que el consumidor en realidad no notaría la diferencia en casa porque sus instalaciones seguirían funcionando de la misma manera.
Sí reconoce la organización, no obstante, que la energía solar tiene ciertas limitaciones -el principal la falta de luz durante la noche y la actual imposibilidad de almacenamiento-, para lo que propone su combinación con otras fuentes y aplicar tarifas específicas según el momento el día.
En cualquier caso, desde EPIA subrayan el potencial de esta tecnología e insisten en que a pesar de que en los primeros años sea una fórmula costosa, permitirá recuperar la inversión con creces -como ocurrió con los teléfonos móviles o los ordenadores- siempre que se consiga un volumen de consumo razonable.