No obstante, los responsables de política monetaria de EEUU consideran que, aunque las perspectivas económicas a corto plazo son "débiles", la Fed espera que las medidas adoptadas para estabilizar los mercados financieros y las instituciones, junto a las medidas fiscales y de estímulo, contribuirán a la restauración gradual de un crecimiento sostenido.
Asimismo, la Fed prevé que esta debilidad, tanto a nivel nacional como internacional, mantendrá débil la referencia de inflación, que en su opinión, corre incluso el riesgo de permanecer por debajo de los niveles que mejor promueven el crecimiento y la estabilidad de precios a largo plazo, para lo que la Fed "empleará todos las herramientas a su disposición".
De este modo, la institución presidida por Ben Bernanke decidió por unanimidad mantener los tipos de interés en un rango objetivo de entre el 0% y el 0,25% y afirmó que las condiciones económicas probablemente posibiliten mantener un nivel "excepcionalmente bajo" de las tasas federales por un extenso periodo.
Asimismo, los responsables de política monetaria de EEUU decidieron incrementar el balance de la institución mediante el aumento en 750.000 millones de dólares de las compras de valores respaldados por hipotecas, lo que eleva el total a 1,25 billones de dólares en 2009.
Además, incrementará en 100.000 millones de dólares sus compras de deuda de agencia, hasta un total de 200.000 millone con el objetivo de proporcionar mayor apoyo al préstamo hipotecario y al mercado inmobiliario.
Por otro lado, la Fed anunció que invertirá hasta 300.000 millones de dólares en la compra de bonos del Tesoro a largo plazo en los próximos seis meses para ayudar a la mejora de las condicones en los mercados privados de crédito.