Parece que se impone una de las soluciones que se barajaba hace apenas un par de meses. Los países miembros de la zona euros están elaborando una estrategia de préstamos de emergencia (extraordinarios) de carácter bilateral para rescatar a Grecia si es necesario, según fuentes de Bruselas consultadas por Bloomberg.
Los ministros de Finanzas de la zona euro avanzaron el lunes en la concreción de una eventual ayuda a Grecia, pero evitaron definirla públicamente y aseguraron que sólo se producirá en caso de que "esté en riesgo la estabilidad de la zona euro" y no para abaratar la financiación de la deuda griega.
"El Eurogrupo ha clarificado las modalidades técnicas que permitirían una acción coordinada y que sería activada con rapidez en caso de necesidad", explicó el presidente del Eurogrupo y primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, que se negó a especificar qué tipo de instrumento barajan los ministros.
Tanto Juncker como la ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, declinaron proporcionar ningún detalle sobre el mismo, al argumentar que se trataría de un ejercicio de "anticipación"; pero Juncker dio una pista al descartar que éste consista en avales de los Estados miembros a préstamos del Estado griego, informa Efe.
"El objetivo de esta acción coordinada no sería proveer de financiación a Grecia a unas tasas de interés promedio de la zona euro sino salvaguardar la estabilidad financiera de la zona euro en su conjunto", dice un documento publicado por el Eurogrupo, tras la prolongada reunión.
El líder luxemburgués explicó que corresponderá a los jefes de Estado y de Gobierno la aprobación del mecanismo de apoyo a Grecia, en caso de que fuera necesario ponerlo en marcha.
"Hemos preparado el terreno para que pueda tomarse una decisión en el Consejo", aseguró Juncker, que dijo desconocer si los jefes de Estado y de Gobierno incluirán el tema en la agenda de la cumbre que celebrarán en Bruselas la próxima semana.
"Hemos clarificado todas las modalidades, pero la decisión final corresponde al Consejo", coincidió con él la ministra Lagarde, que aseguró que los ministros de Finanzas europeos no hablaron en ningún momento de cantidades económicas de ayuda.
Juncker sí explicó que, según lo acordado el lunes, todos los países de la zona euro participarían en el rescate y que el instrumento de ayuda "respetaría los tratados y las leyes nacionales de los Estados miembros". El primer ministro luxemburgués también especificó que hay "cuestiones técnicas que deben resolverse en las próximas semanas", en las que trabaja un equipo técnico.
Sin embargo, Juncker repitió una y otra vez que Grecia no va a necesitar semejante apoyo financiero puesto que las reformas adicionales anunciadas recientemente por el Gobierno griego "son suficientes" para cumplir el objetivo de reducir el déficit público un 4% este año y tranquilizar a los mercados.
"El Eurogrupo subraya que las autoridades griegas no han pedido apoyo financiero. Las medidas de consolidación tomadas por Grecia son una importante contribución para alcanzar la sostenibilidad fiscal y la confianza del mercado", dice la nota del Eurogrupo, al que se unió el presidente estable del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, durante la discusión sobre Grecia.
El instrumento de apoyo a Grecia discutido tiene su antecedente en la cumbre del pasado 11 de febrero, en la que los socios europeos prometieron actuar de manera "decidida y coordinada" para asegurar la estabilidad de la zona euro, si llegaba el caso, al tiempo que exigieron al Gobierno de Yorgos Papandréu que tomara todas las medidas necesarias para reducir el déficit público desde el 12,7% del PIB actual a menos del 3% en 2012.
En lo que queda de año, Grecia necesita recabar financiación por un valor de 55.000 millones para saldar su deuda, de los cuales 20.000 vencen entre abril y mayo. Aunque en su última emisión de deuda no tuvo problemas para colocar títulos por valor de 5.000 millones a cinco años, las autoridades griegas pagaron un sobrecoste de 725 millones de euros de intereses respecto al bono alemán.