Aunque la EPA sea más fiable que la estadística de paro registrado que realiza el Ministerio de Trabajo (cocinada y maquillada mes tras mes), los datos del tercer trimestre son contradictorios respecto a las cifras que están en poder de Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea.
Según la encuesta que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de paro española es del 17,9%, con 4.122.735 parados, al cierre de septiembre.
Sin embargo, los datos de Eurostat señalaban al cierre del pasado agosto que la tasa de paro era del 18,9%, con 4.362.574 parados.
La única explicación posible para justificar esta diferencia de casi 240.000 parados debería encontrarse en que los datos de la UE son relativos al cierre de agosto, mientras que los del INE hacen referencia al cierre de septiembre.
Pero cuando se observa la EPA se comprueba que en septiembre la economía española siguió destruyendo empleo.
Según explica la Unión Sindical Obrera (único sindicato que defiende el fin de las subvenciones para estas organizaciones) esta diferencia resulta "curiosa". Además, ven "con especial preocupación" cómo lo realmente importante es que la tasa de ocupación sigue descendiendo y cada vez son menos los trabajadores que están manteniendo el sistema.
En el último año la disminución de la ocupación ha supuesto que 1.457.620 personas hayan abandonado el mercado laboral. "Por tanto, lo primero que hay que hacer es estabilizar la ocupación y frenar la destrucción de empleo que ya ha empezado a afectar de manera directa a aquéllos que tenían un contrato indefinido. Se está perdiendo el empleo que considerábamos estable", señala USO..
A este respecto pide políticas que incidan directamente que generar liquidez en las Pymes para evitar la destrucción de empleo en las mismas, empezando por que las Administración Públicas liquiden las deudas que tienen con ellas en el plazo de un mes, tal y como recomienda
"Ante el hecho de que 1.136.500 hogares tienen a todos sus miembros activos en paro,