Menú

"La energía nuclear en España crea el 18% de la electricidad, frente al 76% de Francia"

La presidenta del Foro de la Industria Nuclear Española, María Teresa Domínguez, reclama en una entrevista con Libertad Digital una mayor apuesta por esta fuente energética para equilibrar el mix energético español. España necesita energía nuclear.

La presidenta del Foro de la Industria Nuclear Española, María Teresa Domínguez, reclama en una entrevista con Libertad Digital una mayor apuesta por esta fuente energética para equilibrar el mix energético español. España necesita energía nuclear.

LD (L. Ramírez) La energía nuclear ha sido la gran olvidada en los últimos años. La expansión de las energías renovables mediante la tradicional vía de las subvenciones, junto con la decidida apuesta del Ministerio de Industria por impulsar concretamente la eólica y la fotovoltaica (solar), han dejado en un segundo plano la fuente de energía más eficiente y la única que puede reducir la dependencia española del exterior del suministro.

En este contexto, existen colectivos de ingenieros, técnicos de seguridad, especialistas energéticos y analistas geoestratégicos que reclaman recuperar el desarrollo de la energía nuclear para poder, en un medio y largo plazo, tener un mayor equilibrio entre las distintas fuentes disponibles. El grupo más representativo que aglutina este enfoque y que pretende difundirlo a la opinión pública es el Foro Nuclear.

La presidenta del Foro de la Industria Nuclear Española, María Teresa Domínguez, recibió a Libertad Digital para analizar la situación actual del mapa energético nacional y los principales retos, riesgos y oportunidades de las distintas fuentes disponibles.
 

- ¿Qué es el Foro Nuclear y a quién representa?
 
El Foro de la Industria Nuclear Española es una asociación de carácter civil creada en 1962. Agrupa a las empresas españolas relacionadas con los usos pacíficos de la energía nuclear, velando por la integración y coordinación de sus intereses dentro de los más altos niveles de seguridad y fiabilidad en el funcionamiento de las centrales nucleares. Desde Foro Nuclear también se pretende acercar las actividades de la industria nuclear a la sociedad.
 
Nuestros objetivos son coordinar actividades para informar, difundir y unir capacidades en la consecución de las metas de la industria relacionada con el uso pacífico de la energía nuclear; fomentar la educación y formación en temas relacionados con la energía nuclear, colaborando con otras instituciones; y constituir un punto de conexión en la industria nuclear para promover la postura del sector en propuestas legislativas, nacionales e internacionales.

Para atender a los gastos de funcionamiento derivados de su actividad, Foro de la Industria Nuclear Española, como asociación sin ánimo de lucro, obtiene sus ingresos de las cuotas anuales que aportan sus socios.

- ¿Cuál es el estado del mix energético español y su grado de equilibrio?
 
En España tenemos actualmente ocho centrales en operación con una disponibilidad alta, de hasta 8.000 horas al año y todos los indicadores de gestión demuestran que están al nivel más alto del mundo en cuanto a disponibilidad y condiciones de operación de las centrales. Con una potencia instalada de 7.700 megavatios eléctricos –el 8% de la potencia energética- generamos el 18% de la electricidad con datos de 2007.
 
Pero pensamos que tener sólo un 8% de la potencia instalada (la mitad de la eólica que sólo produce un 8% de la electricidad) es un mix energético un poco desequilibrado. Porque a pesar de que la energía nuclear tiene unos costes variables controlados, gran disponibilidad y una mayor independencia se ha quedado en el mix energético un poco descompensada en comparación con otras fuentes de energía. Tuvimos una posición ideal cuando se conectó la última central en 1988 –cuando la energía nuclear producía un 30% de la generación eléctrica. La idea es que España pudiese retomar ese mix, pero para ello habría que aumentar la capacidad de la instalación nuclear.
 
El objetivo es que la renovación de todas las centrales se haga de una forma sistemática y natural, siempre que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) considere que operan en condiciones de seguridad. La idea es que se pudiese pensar en la construcción de nuevas centrales. Pero hay que tener claro que si empezamos ahora no tendríamos la nueva generación nuclear antes de 2018. La planificación que es necesaria para este tipo de desarrollo hace que merezca la pena que iniciemos los trabajos ya.
 

 - Desde 1988 han pasado muchas cosas. Especialmente han crecido los movimientos de oposición a la energía nuclear, fundamentalmente por asociaciones ecologistas y antisistema.

Los argumentos que se esgrimieron a partir de 1988 para detener la implantación nuclear es que era factible hacer un parón. Comenzaron a crearse nuevos requisitos en las centrales nucleares, junto con las presiones de algunas asociaciones y el impulso de las renovables. Todo ello generó un clima en el que rechazar la fuente nuclear no se presentaba como algo dramático. El Gobierno así lo consideró y lo planteó como un tema de coste y estos argumentos fueron los usados en aquel momento.
 
Pero desde entonces hasta nuestros días han surgido multitud de factores que han modificado la situación. Me refiero a un tema muy importante, como es la conciencia medioambiental, que se ha producido al mismo tiempo que la puesta en escena de la carencia de los recursos naturales para satisfacer la gran demanda energética de China y la India. En el caso europeo la dependencia de gas con Rusia, y de España con África también ha producido un cambio en el equilibrio geopolítico que es necesario no olvidar.
 
Estos factores presentan un panorama complicado que ponen sobre la mesa unos argumentos muy sólidos para poder realmente retomar la acción de impulso de la energía nuclear. En el caso concreto del gas, dependemos un 85% del exterior, el precio que pagamos ha subido un 200% y dependemos de Argelia y Egipto.
 
La UE está haciendo un esfuerzo para encontrar otras canalizaciones porque lo tenemos que importar todo. Además incumplimos los acuerdos internacionales en materia de  emisiones de gases que provocan el efecto invernadero y, en definitiva, todo eso es dinero: precios enormes de la generación eléctrica, multas enormes por violar el acuerdo de Kioto, etcétera.
 
Todo eso supone que la factura energética tenga un valor de 50.000 millones de euros, al año debemos abonar 1.100 millones en multas y el déficit tarifario ronda los 14.000 millones de euros. Si todo eso lo sumamos nos daremos cuenta de que esta es una de las formas de sangrar a una economía.
 
- Todo ello sin mencionar que muchos países suministradores no son precisamente democracias parlamentarias...
 
Efectivamente. Aparte de los 32 países que ya tienen energía nuclear reconocida hay 20 o 30 estados nuevos que están trabajando con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA) para conocer qué tienen que hacer para construir nuevas centrales.
 
Estos países son Jordania, Kazajstán, Egipto...En definitiva regiones con mas riqueza natural de la que tenemos nosotros, con mas energía primaria disponible. Detrás de ellos hay, en muchos de los casos, una idea endémica de independencia sin democracia real,  por lo tanto también existen temas políticos muy importantes en relación a la dependencia energética.
 
En realidad, factores de este tipo son los que movieron a Francia a su gran programa nuclear cuando acabo la II Guerra Mundial. Francia se vio aislada y no tenia confianza en recibir ayuda del exterior, por ello se lanzó a un programa energético, con un Gobierno consciente de que la energía es la base del desarrollo de un Estado. En este país el 76% de su electricidad es de origen nuclear.
 
- Pero en Europa, especialmente en Reino Unido y Finlandia, se está retomando el impulso por la energía nuclear y recuperando un debate que parecía olvidado...
 
Es cierto. Que haya países de nuestro entorno que apuesten por la energía nuclear como Finlandia, Francia o Reino Unido nos ayuda mucho, sobre todo en España, donde somos dados a no valorar lo que tenemos dentro y a recibir mejor las ideas de fuera. Lo que se pueda leer en materia nuclear en Reino Unido o en cualquier otro país de la UE es muy relevante en España.
 
Está demostrado que a mayor información, existe mayor aceptación de la energía nuclear. El que otros estados hayan decidido impulsar esta fuente ayuda a la aceptación social, que es muy importante. Pero detrás de esa ayuda exterior hay una realidad interior:

En España  poca gente conoce que estamos preparados absolutamente para afrontar un programa nuclear en el que el 80% de las inversiones reviertan al tejido industrial español. Existe una industria muy potente de bienes de equipo, ingeniería, fabricación de combustible, almacenamiento de residuos... Ahora mismo podríamos afrontar de una forma absolutamente brillante un nuevo programa nuclear español, basándonos en unas capacidades que tenemos y que hemos sabido mantener.
 
En el ámbito institucional los organismos reguladores y supervisores son modélicos, sobre todo tras la creación del Consejo de Seguridad Nuclear, el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y la propia Comisión Nacional de la Energía (CNE). Es decir, todo un entramado que se mantiene en España a pesar del parón nuclear y que ha tenido un notable éxito internacional.
 

 
- Además, este nuevo impulso en una actividad de I+D+I con inversiones de claro valor añadido podría ser vital para modificar el patrón económico español, especialmente en el terreno laboral.
 
Lo es. En el sector nuclear tenemos 30.000 empleos directos en instalaciones y otros muchos indirectos por subcontratas dedicadas a la modernización y  actualización de las centrales. Si afrontásemos un programa nuclear la repercusión sobre el empleo sería espectacular, tal como muestra un estudio elaborado por el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). Este experto asegura que se podrían crear 170.000 empleos al año con la construcción de 10 nuevas centrales.
 
Aparte de este enfoque, que arroja una creación de puestos de trabajo importante (algo vital, sobre todo en un momento como el actual),  hay otro tema que hay que destacar. 
 
Todos los análisis económicos de la situación que se esta haciendo pasan por un único mensaje: si no generas una economía productiva vas a tener todas estas crisis periódicamente; si basas toda tu economía en mano de obra para construir tienes que tener en paralelo unas líneas de actuación  productivas.
 
En ese sentido programas como el nuclear, programas espaciales, de Defensa, aeronáuticos, en definitiva, intensos en tecnología, son los que te aseguran que el país definitivamente coja otro ritmo económico. Ahora mismo, aparte de que se agilicen los créditos y que mantengamos las empresas, a largo plazo España necesita lanzar líneas de actuación productivas.
 
Por eso creo que el desarrollo nuclear es importante, pero también tengo que decir que la apuesta por las renovables también permitirá a España crear un tejido industrial adecuado. Por ejemplo, en energía eólica las empresas españolas tienen mucho éxito. Alrededor de la energía, en general, hay programas tecnológicos de mucho interés.
 
- Es decir, que analizar cada fuente de energía de forma independiente ¿Es un enfoque incorrecto?
 
El objetivo final es alcanzar una cesta eléctrica equilibrada. No quiero que se me vea solo como representante de la energía nuclear, ya que el análisis que hacemos no descarta la apuesta por las renovables, sino que rechaza la visión ecologista de que todo tiene que ser renovable. En el Foro Nuclear hacemos análisis profundos y sólo vemos la posibilidad de que el mix eléctrico tenga en España un 30% de renovables, otro 30% de fuentes fósiles y otro 30% de nuclear.
 
España es un país propicio para las renovables y todo lo que tenemos hay que aprovecharlo hasta el final, pero no hasta un limite que cree un problema en el sistema eléctrico, en materia de suministro y de tarifas. Los estudios tienen que ser realizados en profundidad y no sólo pensar en tecnología, sino en disponibilidad, operabilidad del sistema eléctrico y el modelo económico del propio país.
 
En todas las recomendaciones de la UE se reconoce que el mix debe ser equilibrado en su conjunto, pero que cada país debe determinar su propia estrategia adecuada a sus circunstancias. Creemos que en España el mix antes citado que proponemos para el horizonte 2030 es posible y el más acertado.
 
-¿Cuál es la situación de la energía nuclear en España en comparación con el resto de la UE?
 
En España el parque nuclear representa el 8% de la potencia instalada en el conjunto del parque de generación eléctrica, y los ocho reactores nucleares que hay en funcionamiento producen el 18% de la electricidad que consumimos.
 
Podemos decir que aunque tenemos una dependencia en energía primaria superior al 80%, en lo que se refiere a la producción eléctrica somos autosuficientes, pero estamos justo en el limite. El problema es que como no tenemos el mix ideal de 1988 –donde un tercio de la producción eléctrica era de origen nuclear- nos podemos ver con problemas cuando se producen puntas de demanda. Llegados a este punto es necesario aclarar un mito bastante extendido. No compramos energía nuclear a los franceses, porque no necesitamos importar energía eléctrica.
 
Tal y como he señalado, la energía nuclear produce en España un 18% de la electricidad, frente al 76% de Francia; en Reino Unido –donde la proporción es más o menos como la nuestra- han dado luz verde a la construcción de nuevos reactores; mientras que en Italia es cero. En Europa el programa nuclear es muy distinto en los diferentes países. Es muy potente en el Este de la UE, con una media aproximada del 50%, sin embargo otros estados como Austria no tienen. La media total europea de la fuente nuclear en el mix energético es del 30%, cifra a la que España se tendría que acercar.
 
Lo que sí ocurre en los países con más peso nuclear es que son grandes exportadores. Cuando Italia tuvo el apagón famoso hace 8 años estaba importando nada menos que 8.000 megavatios, aunque el caso de Italia es un poco particular. Ahora quieren un programa nuclear y quiere participar en Francia (a través de Enel), en Suiza, etcétera.
 
Se están dando cuenta de que tienen que tener una participación en las centrales nucleares para tener una energía mas barata. No es natural que un país importe tanta energía. Los humanos somos limitados, reaccionamos ante problemas inmediatos y nos cuesta mucho tener un desarrollo global. Ésta es la gran dificultad, el ciudadano es poco generoso a cosas a largo plazo, nos negamos de una forma casi inconsciente,. por eso es importante tener buenos gobernantes.
 
 
-¿Existe en el Gobierno receptividad e este enfoque? ¿Saben los ciudadanos que los riesgos nucleares son controlables?
 
Yo creo que los políticos en la actualidad -y el Gobierno en particular- son muy conscientes de los problemas energéticos y medioambientales que tenemos. Todo lo que estamos señalando desde el Foro Nuclear no son previsiones, sino una realidad que tenemos sobre la mesa. No tenemos  ninguna duda de que las actuaciones del Ejecutivo serán coherentes, pero lo que es muy importante es que a la sociedad se le expliquen bien las cosas.

Con las campañas a las que estamos sometidos de organizaciones como Greenpeace, lanzando mensajes confusos sobre la energía nuclear, se constata la irresponsabilidad de una parte del movimiento ecologista. La sociedad española está en un momento crucial desde el punto de vista energético, que se ha endurecido por la crisis económica y confundir ahora a la sociedad -con mensajes que no son sustentados ni contrastados- nos parece arbitrario e irresponsable.
 
Los riesgos son controlables. Lo digo porque soy técnica y trabajo en seguridad en las centrales nucleares, pero no sólo lo digo yo, sino que esta visión está contrastada por el CSN que acaba de realizar una revisión internacional solicitada para dar confianza a la sociedad.
 
Tenemos una regulación competente y lo resultados de la revisión han sido extraordinarios. El mensaje que damos a la sociedad es que tengan confianza en los profesionales, y en las instituciones que han sido evaluadas, revisadas por organismos internacionales y todos están de acuerdo en que están capacitados para hacer su trabajo.

Si los organismos de seguridad dan luz verde, entonces la sociedad tiene que estar tranquila. La energía nuclear tiene una cosa muy buena y es que las empresas no compiten entre sí. Los propietarios de las centrales invierten continuamente en su modernización y lo hacen porque hay organizaciones internacionales donde la experiencia operativa se pone en común.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura