El estudio Ernst & Young Eurozone Forecast apunta que el PIB caerá un 0,6% este año y un 0,2% en 2011 por las medidas de consolidación fiscal puestas en marcha por el Ejecutivo. Estas previsiones son mucho más pesimistas que las del Gobierno, que apuntan a que la economía caerá un 0,3% este año y crecerá un 1,3% el año que viene y en las que se incluye ya el efecto de las medidas antidéficit.
De hecho, Ernst & Young ha empeorado sus previsiones tras conocer las últimas medidas. Así, las anteriores previsiones de la empresa de consultoría dibujaban una caída de PIB del 0,4% para este año y un crecimiento del 0,8% para 2011.
Será entonces en 2012 cuando la economía española vuelva definitivamente al crecimiento, ya que el PIB aumentará un 0,9% en ese año, cifra que se elevará al 1,7% en 2013 y al 2% en 2014.
Según el informe, las medidas fueron inicialmente bien acogidas por los mercados, pero la fuerte oposición que recibieron en el Congreso (donde salieron adelante sólo por un voto de diferencia) y por parte de los sindicatos generó nuevas incertidumbres ante el riesgo de que el Gobierno suavizara su postura por la presión social.
En este sentido, Ernst & Young recalca la necesidad de implementar de forma "completa" los planes anunciados para alejar el riesgo de una crisis en la cuarta mayor economía de la Eurozona.
Los efectos en el déficit
A pesar de todo, la consultora sí cree que los planes del Ejecutivo tendrán el impacto buscado en el déficit, ya que descenderá al 9,6% este año (frente al 9,3% que plantea el Gobierno) y al 7,1% en 2011 (frente al 6%). En 2013, España no podrá cumplir con las exigencias de Bruselas y registrará un déficit del 4,9%, cifra que se reducirá al 4% en 2014.
En cuanto al desempleo, seguirá creciendo en España a lo largo de este año y el próximo, ya que la tasa de paro cerrará el 2010 en el 19,4% y alcanzará su cuota máxima en 2011, con un 20,1%. A partir de entonces, se reducirá al 19,6% en 2012, al 18,5% en 2013 y al 17,2% en 2014.
Sobre el conjunto de la Eurozona, Ernst & Young cree que el riesgo de impago de la deuda parece haberse alejado, aunque el crecimiento se seguirá resintiendo. Así, el informe rebaja dos décimas su previsión para este año, hasta el 0,8%, y tres la de 2011, hasta el 1,3%.
Además, alerta de que si no se hacen las reformas estructurales necesarias habrá riesgo de sufrir una "larga recesión" o una "década perdida", similar a la de Japón en los años noventa.
La situación de la Eurozona
De hecho, la economista jefe del informe, Marie Diron, cree que las repercusiones de la crisis de deuda soberana podrían traducirse en un crecimiento económico para la Eurozona entre un 1% y un 2,5% inferior por año al previsto para Estados Unidos en los próximos cinco años y que el impacto para el empleo será "importante".
Para el socio responsable para EMEIA de Ernst & Young, Mark Otty, la crisis de la deuda soberana ha golpeado con fuerza a una economía todavía "frágil" como la de la Eurozona y es necesario un "liderazgo firme" y una coordinación de políticas por parte de los gobiernos y de las instituciones para competir a largo plazo en el escenario económico mundial.
El informe asegura cree que el concepto de una Europa a dos velocidades podría acentuarse. Así, mientras que el crecimiento del PIB en los principales países del Norte será de un promedio anual del 1,7% entre 2010 y 2012, registrará una contracción del 0,1% en el Sur. El PIB per cápita de Grecia pasará del 89% sobre la medida de la Eurozona de 2007 al 83% en 2012. En España, el poder adquisitivo de los ciudadanos descenderá del 93% al 88%.
El paro no bajará hasta 2012
En cuanto al euro, asegura que se está viendo lastrado por la preocupación sobre la sostenibilidad fiscal de algunos países y aventura que caerá hasta los 1,05 dólares a finales de año, aunque antes habrá recuperado parte de lo perdido.
Los tipos de interés se mantendrán congelados hasta mediados de 2011, mientras que la incertidumbre sobre las perspectivas económicas provocará un retraso en los planes de las empresas para realizar nuevas contrataciones. Por eso, el paro no bajará en la Eurozona hasta 2012, aunque en 2014 descenderá hasta el 9,4%.
Por todo, será necesario acometer "importantes" reformas para corregir los amplios desequilibrios y las debilidades estructurales. Además, la crisis de la deuda soberana ha aflorado deficiencias fundamentales de las instituciones de la Eurozona que requieren de una coordinación política para una unión monetaria más sostenible.