The Economist explica que, mientras que muchos otros países de la Unión Europea han comenzado a reflotar de la recesión en el tercer trimestre, España siguió en descenso por sexto trimestre consecutivo, aunque la caída haya sido menor que la media de la UE.
Subraya que España ha sido el país que más ha sufrido la crisis, ya que la tasa de desempleo ha alcanzado el 19%, la segunda más alta de la UE después de Letonia, lo que refleja, a su parecer, una "resaca estructural" de un país "que se emborrachó" a base de ladrillos y cemento.
Según la publicación, esto provocó que España llegara a la recesión económica en una posición "debilitada" y hará que, mientras que otros se recuperan lentamente, el país necesite "más tiempo y cuidados" para superar el ajuste.
The Economist arremete una vez más contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por seguir mostrando "aversión al pesimismo", tal y como demuestran sus declaraciones en el Foro organizado por la propia publicación el pasado lunes en Madrid, donde dijo que la recuperación ya ha comenzado.
También hace referencia a la nueva Ley de Economía Sostenible y asegura que se basará, en gran medida, en "buenas intenciones a falta de medidas duras". En este sentido, señala que las energías renovables, liberalización modesta y otros temas estarán presentes en la ley, mientras que las reformas del mercado laboral quedarán fuera "para agradar a los amigos sindicalistas".
Mercado laboral "ineficaz e injusto"
En este sentido, recuerda que la dualidad laboral convierte al mercado español en "ineficaz e injusto", ya que la mitad de los trabajadores tienen contratos indefinidos y resultan caros a la hora de despedir, mientras que el resto de la fuerza laboral pasa entre contratos por obra y servicio, subsidios por desempleo y el mercado negro.
"Los trabajadores ineficientes con contrato indefinido están protegidos", señala la revista, que considera "posible" que se produzca un nuevo aumento del desempleo por parte de empresas más pequeñas por las leyes laborales y falta de crédito, que hacen que las compañías sufran el riesgo de quiebra debido al proteccionismo de empleados indefinidos y la flexibilidad limitada para nominas.
The Economist sí valora que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, esté "pisando el freno" a la expansión fiscal de cara al 2010 a través de un incremento de impuestos y del recorte de gastos públicos, aunque considera "alarmante" el deterioro de las cuentas públicas que supone "limitaciones" para España.
Ante este panorama, la publicación se plantea de dónde vendrá el crecimiento en la economía española con menos gasto público y sin reformas radicales en perspectiva, y cree que un "salvador" a corto plazo puede ser el resto de la UE, que se lleva dos terceras partes de las exportaciones del país. "España debe hacer mucho más por poner sus asuntos en orden", sentencia.