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La crisis frena a la UE en su intento de gravar a la industria por el cambio climático

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE lograron este viernes un acuerdo sobre la lucha contra el cambio climático, que permitirá a la mayor parte de los sectores industriales recibir gratis los permisos de emisiones de CO2, en lugar de pagar por ellos en subastas como proponía inicialmente la Comisión.

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Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE lograron este viernes un acuerdo sobre la lucha contra el cambio climático, que permitirá a la mayor parte de los sectores industriales recibir gratis los permisos de emisiones de CO2, en lugar de pagar por ellos en subastas como proponía inicialmente la Comisión.
LD (Agencias) La UE mantiene los objetivos que se ha fijado para luchar contra el cambio climático, el denominado triple 20 para 2020 (20% de reducción de emisiones, 20% de cuota de renovables y 20% de ahorro energético). También se trata de repartir el esfuerzo entre los Estados miembros.
 
El compromiso final se basa en reforzar la solidaridad con los países de ampliación para ayudarles a recortar las emisiones. Sin embargo, se permitirá que la mayor parte de los sectores industriales europeos sigan recibiendo gratis los permisos de emisiones de CO2, en lugar de pagar por ellos en subastas como proponía inicialmente la Comisión, para evitar deslocalizaciones.
  
El mayor obstáculo para lograr un compromiso fue convencer a los países de la ampliación de aceptar los recortes de emisiones teniendo en cuenta que sus industrias son mucho más contaminantes que las de los nuevos socios. También hizo falta vencer las reticencias de Italia, que amenazaba con vetar el paquete por su impacto económico en un momento de crisis.
 
Subasta de emisiones
  
Así, para evitar que los sectores altamente contaminantes, más perjudicadas por la subasta de derecho de emisión, trasladen sus fábricas al exterior de la UE, se prevé conceder un 100% de los derechos de emisión gratis a aquellos que sobrepasen unos umbrales concretos.

Podrán beneficiarse de esta excepción los sectores cuyos costes se vean disparados en más de un 5% a causa de la subasta y cuya exposición a la competencia internacional supere el 10% o bien los que superen el 30% en uno solo de estos dos criterios.

Mientras, las plantas eléctricas tendrán que comprar el 100% de los derechos de emisión desde 2013, pero los países aislados o muy dependientes del carbón podrán gozar de una derogación.

Rumanía, Bulgaria, Polonia, República Checa, Chipre, Malta, Estonia, Lituania y Hungría tendrán que a comprar el 30% de los permisos de emisión para sus plantas eléctricas en 2013 y alcanzar el 100% en 2020. Además, habrá una cláusula de revisión de esta proporción en 2018.
 
Reparto entre países

Los sectores no expuestos a la fuga de carbono obtienen un periodo de adaptación, y en 2013 tendrán que adquirir en la subasta el 20% y aumentar hasta el 70% en 2020, con vistas a llegar al 100% en 2025.

Los sectores más contaminantes -como el siderúrgico, eléctrico y papelero-, cubiertos por el sistema europeo de comercio de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés), tendrán que recortar sus emisiones en un 21% con respecto a 2005. El resto de sectores -como el transporte y la vivienda- deben hacerlo en un 10% frente a las de 2005.

La UE asigna a cada país un objetivo nacional de reducción de emisiones para sectores no incluidos en el sistema de comercio de emisiones en función del PIB per cápita. Los países más ricos -Dinamarca, Luxemburgo e Irlanda- tendrán que reducir sus gases de efecto invernadero hasta un 20% y los más pobres -como Bulgaria- podrán aumentarlos hasta el 20%.
 
Por otra parte, los países comunitarios podrán invertir en proyectos medioambientales de países en desarrollo y contabilizarlo como reducción para lograr sus objetivos nacionales. Como máximo, los países podrán recurrir a este mecanismo de flexibilidad para reducir un 3% de sus emisiones anuales en sectores no cubiertos por el sistema ETS.

No obstante, los países que deban realizar un gran esfuerzo para cumplir con sus objetivos -España, Austria, Finlandia, Dinamarca, Italia, Bélgica, Luxemburgo, Portugal, Irlanda, Eslovenia, Chipre y Suecia- podrán utilizar esta vía en un 1% adicional si respetan determinados criterios.
 
Energías renovables

El 20% de la energía que consume la UE tendrá que proceder de fuentes renovables en 2020, frente al 8,5% de 2005. Los Estados miembros tendrán obligaciones en función de su situación económica y de su punto de partida.
Biocombustibles

La UE mantiene su compromiso de que 10% de los carburantes utilizados en el transporte sean renovables. La Comisión Europea controlará que se cumplan los planes nacionales y podrá actuar contra los países en caso de infracción.

No se establece una cuota mínima obligatoria para biocombustibles de segunda generación, hidrógeno o electricidad, aunque sí se incentivará su utilización mediante un sistema de bonificaciones.

Captura y almacenamiento de CO2.

Los proyectos para filtrar las emisiones, capturar el CO2 e insertarlo en formaciones geológicas para que no llegue a la atmósfera podrán ser financiados, entre otros, con los ingresos procedentes de la subasta de 300 millones de cuotas de emisión. Ningún proyecto podrá recibir por este mecanismo un apoyo superior al 15% del número total de permisos.
 
Con este resultado, que todavía debe ser ratificado por el Parlamento Europeo, la UE pretende mantener su posición de liderazgo internacional en la lucha contra el cambio climático y dar un impulso a las negociaciones para lograr un acuerdo mundial en Copenhague a finales de 2009.

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