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La crisis culminará en una depresión inflacionaria

La salida de la crisis podría venir marcada por un fin de fiesta inesperado y dramático: una escalada inflacionaria de imprevisibles consecuencias pilotada desde los gobiernos, incapaces de pagar lo que deben. (Volver)

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B612 dijo el día 3 de Noviembre de 2010 a las 22:56:22:
Mucho me temo que va a ser el final de los experimentos con papelitos, bancos centrales y más Estado, más Estado, más Estado.

Coincido con la frase final del autor: creo que es el único camino: la gran ostía para empezar a implantar un sistema racional de mercado, "capitalista de cabeza para pensar" (como dice Rawolf) sin orgías de "papelitos, regulaciones y un estado que tiene que regular y proveernos de bienes y servicios como si no lo pudiera hacer el sector privado, en libertad.

Lamentablemente ya no queda tiempo para la batalla de las ideas (las acertadas, como yo también creo, que defiende y tan claramente explica rawolf) y que se vaya esparciendo lentamente el conocimiento de cuales son las causas de la inflacción, del dinero fiduciario, de los booms insostenibles que estallan, y de otras regulaciones/robo estatales (permitir la creación de dinero a los bancos manejadores de los hilos).

La sociedad-masa en la que vivimos está en otras cosas: belen esteban, los reality, "educación para la ciudadanía socialista", o pasar la patata caliente. Cada votante tiene su voto, y así iremos de demagogo en demagogo hasta la cercana ostía final.
______

PS: ES UN AUTÉNTICO LUJAZO PODER LEER LAS ENTRADAS DE RAWOLF. Parece el mismísimo prof. JHS. DA GUSTO LEERLE. GRACIAS.

Lo de la isla pequeña o las montañas lo tengo planificado; y por supuesto ya anticipo la inflacción que nos arrasará.
rawolf dijo el día 17 de Octubre de 2010 a las 21:41:13:
Lo que planteo no es utópico, las utopías que se han planteado a lo largo de la historia han sido, casi todas, socialistas (por ejemplo Utopía de Tomás Moro, comunismo puro y duro).

Es algo en la línea de lo que inspiró la fundación de los Estados Unidos de América, luego han ido degenerando hacia el socialismo. Ahora parece que la ciudadanía reacciona con el movimiento del Tea Party, pero es un movimiento sin ideas claras y creo que será absorvido por el sistema y quedará en nada. Ya veremos.

Algo parecido también lo podemos ver en la realidad cotidiana con los clubes de socios, urbanizaciones privadas, etc... Se definen unos estatutos y unas cuotas de ingreso y asociación, al que nos las cumpla se le hecha de la comunidad.

Tan sólo habría que dar un paso más en el sentido de que los estatutos serían los principios generales del derecho, respetuosos con las leyes praxeológicas que explican la acción humana.

La característica principal de este sistema es que se adapta a las características de la acción humana, el socialismo es un error intelectual precisamente porque es contrario a la naturaleza humana, como bien han demostrado, principalmente, Mises, Hayek y Rothbard, entre otros miembros de la escuela austriaca.

Pero vamos, de momento, me conformo con que se prohíba el sistema bancario de reserva fraccionaria y se liberalicen los dos reductos más importantes de socialismo que existen: el mercado de trabajo y el sistema financiero. Hay que ir paso a paso.

Saludos a todos y hasta la próxima
loboe dijo el día 17 de Octubre de 2010 a las 19:02:30:
Rawolf:

Interesante y valiente teoría la suya que inevitablemente me ha traído a la memoria un reciente comentario mío a la noticia “Los políticos obligan a pedir 4.600 Euros por segundo a cada niño, adulto y pensionista”, en el que concluía: “Creo que entra dentro de lo posible que del mismo modo que el hecho de nacer nos condena a morir, por un sarcasmo del destino, el mejor de los sistemas que conocemos [la democracia] incluya dentro de él el mecanismo de nuestra vuelta a las cavernas”.

Interesente también esa apología de la meritocracia en el mejor sentido; de los más capaces y de los que han demostrado su mayor aportación al bienestar de la colectividad -así lo interpreto-. Que me recuerda también a un comentario mío en el que hace tiempo argumentaba que el origen del liderato en las comunidades humanas constantemente amenazadas, seguramente tenía este sentido y era imposible por tanto, que la ejercieran personajes vanos como el que actualmente padecemos, porque hubiese significado sencilla y llanamente la desaparición de la colectividad que se hubiese atrevido a semejante desatino.

Como no soy experto en antropología no puedo decir si su receta ha sido aplicada en alguna colectividad. Sospecho que si no exactamente, sí alguna muy parecida. Aunque en civilizaciones muy primitivas o reducidas -esas que admitía Rosseau-. Quiero decir con esto, que aunque atractiva y con un irresistible aroma de lo que sería “natural”, me temo que resulta utópica en su posible realización -lo que no significa que no mereciera la pena intentarlo-.

En mi comentario referenciado al principio decía: “es urgente que nos pongamos manos a la obra de imaginar mejores sistemas de hacer las cosas [políticas] y no caigamos en el error de creer que ya está todo inventado [la tan traída y llevada democracia]. Nos va en ello la supervivencia“. Sin embargo, creo que conozco algo la naturaleza humana y soy pesimista al respecto. En realidad, usted ya ha planteado la premisa y dado la respuesta cuando concluye: “Hay que potenciar la demanda generalizada de libertad“ -idea esta que no habría inconveniente en vender como rosquillas-, al tiempo que -en un post anterior- admite que una fuerte componente de libertad implica la aceptación de las *responsabilidades* unidas a ella y es esta parte del discurso la que no tendría venta tan fácil.

Me temo -y esto son conjeturas- que en la naturaleza humana subyace una cierta necesidad de Dioses y de Líderes. Al menos la segunda, quizás tenga su origen en que así le fue bien a nuestros ancestros y quizás también porque pensar es muy duro y mucho más cómodo, que piensen por uno -lo que vale también en el plano teológico-. En consecuencia, me temo que el modelo seguirá siendo de liderato. Esperemos que alejados de ese “error conceptual que termina en un horror social” aunque como le decía, sin muchas ilusiones al respecto porque incluso respecto a la primera -la necesidad de Dioses-, me temo que solo he leído a un autor afirmar algo tan escandaloso aunque natural: “Defendámonos de los Dioses”. Así que respecto a la política, sospecho que seguiremos con más de lo mismo.

Saludos.
widham dijo el día 17 de Octubre de 2010 a las 18:27:58:

Loboe,

coincido con usted en que hay que ganar la batalla de las ideas, y que ante la imposibilida de librarla en lo medios tradicioanles, tenemos que hacerlo en nuestro círculo de amigos y contactos.

me encantaría mantener el contacto con usted.

Si lo desea, mi correo electrónico es: diego.buenodeacosta@gmail.com

saludos
rawolf dijo el día 17 de Octubre de 2010 a las 14:09:02:
Loboe, creo que no hay un punto intermedio, la solución, a mi juicio, pasa por la eliminación del estado y la constitución de comunidades regidas por leyes aplicadas a todos por igual y respetuosas con el derecho natural.

Las pocas decisiones que haya que tomar sobre asuntos que pueden llegar a afectar a la supervivencia de la comunidad, que las tomen aquellos que han demostrado una mayor aportación al progreso de la misma y/o ostenten un mayor porcentaje de propiedad sobre la riqueza total, respetando, en la medida que lo excepcional de la situación lo permita, sus leyes. Una especie de aristocracia para casos excepcionales, pero no la platónica de intelectuales/filósofos gandules que además de vivir de gorra del fruto del trabajo de los demás se permiten la jeta de criticarlos y decirles lo que tienen que hacer, sino una de emprendedores de éxito y propietarios.

En España podíamos aprovechar la estructura autonómica como infraestructura político-legal sobre la que implementar, siempre de forma pacífica, ese tipo de sociedad, promoviendo primero la responsabilidad fiscal, luego la competencia fiscal y, finalmente, reduciendo la administración autonómica a su mínima expresión al mismo tiempo que se sustituyen mandatos por leyes.

En cuanto a la batalla de las ideas esa batalla es nuestra. Primero adquiriendo el arsenal teórico adecuado (a mi juicio, la praxeología de Mises y en general las aportaciones de los miembros de la escuela austriaca de economía), porque sin teoría no hay interpretación posible de la realidad.

Luego empezar por el círculo más cercano, polemizando razonada y civilizadamente con tu familia y amigos

Los foros y blogs son también un buen medio.

Si apetece (para eso hay que valer, yo no valgo), participar o crear grupos de difusión de ideas. Este medio, por ejemplo.

Si eres líder de opinión utilizar esa posición para difundir las ideas correctas (sí, sí, hay ideas correctas e ideas erróneas, el socialismo es un error conceptual que termina en un horror social).

Los partidos están con la antena puesta para detectar las teclas que hay tocar para obtener el poder y esa es otra guerra.

Son las ideas las que mueven el mundo. Medios de comunicación y políticos, al igual que las empresas, le dan a la sociedad lo que ésta demanda. Hay que potenciar la demanda generalizada de libertad.
loboe dijo el día 17 de Octubre de 2010 a las 11:01:11:
rawolf:

Reconozco que no había prestado demasiada atención a ese interesante matiz de su argumentación que nos trae ahora a primer plano.

Totalmente de acuerdo en que si un loco con poder es potencialmente peligroso, la primera medida sería no permitir demasiada acumulación de poder en una sola persona y/o que existan mecanismos (contrapoderes) de compensación. Asunto este en el que dentro de su imperfección, siempre me ha parecido que la sociedad anglosajona y Nortemericana en especial, han realizado importantes aportaciones.

Peliaguda cuestión sin embargo, la que constituye el fondo del asunto, que viene a ser la primacía de la libertad individual sobre la colectividad o viceversa y sobre la que he de confesar que aún admitiendo que sin libertad individual, casi nada tiene sentido y la sociedad humana sería indistinguible de una colmena de abejas, no sabría a qué carta quedarme ¿Quizás un imposible punto intermedio?

Coincido plenamente en que a fuer de abusar de ella, en estos últimos tiempos, la palabra democracia ha perdido bastante de su sentido -al menos para las masas-. Me viene a la memoria la anécdota de cierta reunión de Comunidad de Vecinos en la que el administrador tuvo que explicar que aunque se votara por unanimidad, algunos acuerdos no eran posibles.

Ha sido un placer, pero antes de despedirme una cuestión que creo sería la pregunta del millón: esa batalla de las ideas de la que se deduzcan respuestas para estas cuestiones ¿Dónde cree que tendrá su origen? ¿En la sociedad en su conjunto; en una élite intelectual; en un profeta que clamará en el desierto, o se trata sencillamente de una quimera imposible?

Saludos cordiales.
keplere dijo el día 17 de Octubre de 2010 a las 02:36:12:
¿Pero no era que ibamos hacia una deflación galopante? Hasta hace poco no había mas que articulos en este periodico sobre el fantasma de la deflación, ahora resulta que va a ocurrir lo contrario... un poco de coherencia por favor....
elviraba dijo el día 16 de Octubre de 2010 a las 22:01:26:

A rawolf:

¡¡Caramba tío!!, tú, no eres un comentarista, eres un !! Van Gogh !!...

Muchas gracias.

rawolf dijo el día 16 de Octubre de 2010 a las 21:17:16:
Loebe, le agradezco su amable valoración de mis comentarios, esto que hacemos aquí o en otros foros forma parte de esa batalla de las ideas de la que estamos hablando y siempre es un placer intercambiar opiniones inteligentes.

Querría aclarar un aspecto que probablemente no he sido capaz de explicar correctamente. Yo no pretendo, principalmente, que el sistema político repare el mal hecho por los inútiles o malvados que temporalmente ocupen el poder, voy más allá, planteo que el poder del que dispongan sea tan limitado que ni siquiera el líder pésimo pueda causar mucho daño. Es decir el 99,99% de las decisiones que nos afecten debemos poder tomarlas nosotros, respetando tres conceptos fundamentales: la vida y propiedad ajenas y los contratos libremente contraídos entre partes.

Antes he dicho que se debía luchar por evitar que la democracia termine en demagogia, viendo cosas como la última de Montilla me temo que ya hemos llegado a ese estado de cosas.

Quizás es que la democracia es incompatible con el respeto a la propiedad; por ejemplo la mayoría puede decidir que en un bar de mi propiedad no se fume, ¿qué concepto de propiedad es ese?. Incluso sus mayores abogados como Rosseau reconocían que sólo era posible en entornos sociales reducidos y que su aplicación a grandes masas derivaba, inevitablemente, en demagogia.

Y es que esa necesaria restricción del poder del demagogo quizás deba ir acompañada de una importante limitación de los ámbitos donde las decisiones se tomen democráticamente, de lo contrario me temo que vamos a sacar entradas para asistir a la tragedia de los bienes comunales, en la que todo se va al carajo (democráticamente, por supuesto) porque, al no existir propietarios, a nadie le importa.
loboe dijo el día 16 de Octubre de 2010 a las 19:26:04:
Rawolf:

Aunque divergente con mi opinión, me ha alegrado bastante su respuesta; más que nada porque en este páramo intelectual en que nos encontramos, es bastante difícil encontrar gentes que vayan al que creo es el fondo del asunto y en este sentido, me parece que va directa y valientemente al meollo de la cuestión. Esa “batalla de las ideas que está por darse”.

En realidad, si pudiéramos debatirlo alrededor de una taza de café, creo que estaríamos de acuerdo en un par de minutos porque coincidimos en lo básico aunque discrepemos en asuntos cosméticos.

Nada que objetar a esa sociedad con una elevada carga de libertad y la consecuente responsabilidad derivada del ejercicio de la misma (vivimos en una sociedad infantilizada a fuer de no aceptar responsabilidades).

Tiene toda la razón cuando refiere que el sistema debería adoptar medidas tendentes a minimizar los daños una vez se han producido. Esta es una cuestión táctica básica; mantener una o dos compañías de reserva por si hay que reforzar alguna posción; el enemigo logra envolver nuestro flanco, o romper nuestras líneas. Si me permite un símil biológico, los leucocitos son necesarios para combatir la infección que ha traspasado el perímetro y reducir sus daños. Pero si seguimos con el símil, militar o biológico, lo primero es intentar que el enemigo no traspase nuestras defensas exteriores y si me apura, impedir que nuestros potenciales enemigos se armen o acrecienten su poderío militar.

Como siempre, el fondo de la cuestión se relaciona con la condición humana. Decía mi abuelo que donde hay latas hay embudos y se trata de que mientras existan personas con poder, su naturaleza se manifestará en sus decisiones y en sus actos.

Al pretender que los que detenten el poder político sean el mejor tipo de personas que podamos encontrar “verdaderamente honestas e inteligentes”, estoy intentando reducir al mínimo la posibilidad de que tengan que aplicarse esas medidas correctoras del daño porque este no llegue a producirse.

En resumen: no creo que sean medida mutuamente excluyentes sino complementarias. Para despedirme, le brindo una consideración. Por supuesto que hay que contar con un buen parque de bomberos, pero además, los potenciales pirómanos deben estar encerrados.
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