L D (Europa Press) El Presidente del ICO, Aurelio Martínez, explicó en una rueda de prensa que lo que él considera como "el ligero ajuste" del indicador respecto a agosto, que lo mantiene aún "claramente por encima" de los niveles de julio, se debe al deterioro del indicador parcial de expectativas, que registró un descenso del 3,7 puntos, hasta los 65,5 puntos, ya que el de situación actual no varió respecto a agosto y se mantuvo anclado en el 33,6%.
Sin embargo, Martínez precisó que la consulta realizada para elaborar el indicador se realizó con anterioridad a la aprobación del plan de rescate financiero de la Administración Bush, por lo que "parece razonable" que las expectativas hayan mejorado tras el anuncio, más aún después de un periodo en que "los medios de comunicación han llenado sus portadas con malas expectativas financieras no muy positivas".
En cualquier caso, Martínez aseguró que "poco a poco" el deterioro del empleo y el incremento de los tipos de interés "están afectando a la expectativas y a la percepción de la situación actual de los hogares". No obstante, la estabilización del indicador de situación actual podría tener una correlación con la mejora de los índices de precios del petróleo.
Hay más pesimistas que optimistas
"Las perspectivas del consumidor son negativas", señaló a modo de resumen Martínez, para añadir a continuación que "hay más pesimistas que optimistas", ya que, aunque los indicadores muestren una cierta estabilización de la confianza de los consumidores, ésta sigue en valores "muy bajos".
Según explicó en relación a la metodología del ICO para elaborar el indicador, Martínez explicó que el Instituto se basa en dos indicadores que obtiene de las encuestas a 1.000 consumidores de todo el ámbito geográfico español sobre la situación actual de su economía familiar, de la economía española y del empleo en comparación con la que existía seis meses antes (indicador parcial de la situación actual) y sobre sus expectativas al respecto para los próximos seis meses (indicador parcial de expectativas).
Posteriormente, el indicador de confianza se calcula como media aritmética de los balances de estos dos indicadores. El indicador global y sus dos componentes pueden tomar valores que oscilan entre 0 y 200 puntos, una lectura por encima de 100 indica una percepción optimista de la situación, mientras que una lectura por debajo de 100 apunta a una percepción pesimista sobre las preguntas planteadas.
De este modo, un indicador situado en menos de 50 puntos explicaría que alrededor de tres de cada cuatro consumidores españoles se mostraría pesimista sobre la coyuntura que atraviesa la economía.
Empeora la percepción en los hogares
Según los datos del ICO, el indicador parcial de situación actual, pese a mantenerse estable respecto a agosto, registró una caída de 1,4 puntos en la percepción de la situación de los hogares, mientras que en la visión del momento actual de la economía mejoró ligeramente a la par que la del empleo. En términos interanuales, este indicador retrocedió 39,5 puntos por la disminución de sus tres componentes.
Por su parte, el indicador de expectativas descendió en el noveno mes del año debido a "ligeros retoques" de todos sus componentes. Para los próximos meses, las peores expectativas manifestadas por los consumidores se refieren nuevamente a su economía familiar, que cae 4,5 puntos, por delante de la visión de la economía de país y el empleo. En términos interanuales el indicador descendió 21,8 puntos.
Los jóvenes recuperan el optimismo
En cuanto a los indicadores detallados, los jóvenes, que habían registrado una percepción más negativa en el mes de agosto, recuperaron la confianza, pasando de un índice del 55,7 puntos a los 58,2 puntos.
Finalmente, para completar las encuestas, el ICO añade cuatro preguntas complementarias sobre temas concretos de la economía española, como los tipos de interés o el ahorro, entre otros. Así, el indicador concluye que, debido a la positiva evolución de los precios del petróleo, se ha producido una corrección del indicador sobre la evolución de los precios, tras una caída de 20 puntos en el mes de agosto.
Por su parte empeoran las expectativas de los consumidores acerca de la evolución de los tipos de interés, lo que significa, según Martínez, que "hay más personas que esperan subidas que las que prevén bajadas". En cuanto a las perspectivas sobre el ahorro, éstas permanecen invariables, mientras que en el caso el consumo duradero se da un deterioro que avanza un mantenimiento de la moderación del consumo interno.