El máximo ejecutivo de esta última, José Antonio Arcos Moya, no opone resistencia. "Era obvio". Así lo expone. Medel tiene, pues, la bendición del Gobierno andaluz para ponerse al frente de la futura entidad. Su jubilación, pendiente para 2010, se pospondrá y el contador se pondrá de nuevo a cero. Es la interpretación que da la Junta a su propia Ley de Cajas. Libertad Digital ya lo anticipó ayer y el PP no le hace ascos a la nominación de quien suele respetar a su formación actuando como árbitro más que como verdugo.
La Ley de Cajas que aprobó Magdalena Álvarez en diciembre de 1999 obligaba a las entidades andaluzas a renovar sus órganos de dirección, poniendo un tiempo límite de dos mandatos para los presidentes. Pero la fusión implica interrumpir esos plazos. La consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, aseguró ayer que es de "pura lógica" y "una cuestión de sentido común" que los presidentes de las cajas que den luz verde e inicien esta fusión sean quienes la culminen.
El Gobierno andaluz entiende que con la ley en la mano la obligación de Medel de abandonar la presidencia de Unicaja en 2010 queda suspendida una vez que se inicie la alianza con Caja de Jaén.
Cualquier fusión, explicó la consejera, implica una paralización inmediata de las renovaciones parciales que tuviera que llevar a cabo cada entidad. "Ya se aplicó en el caso de El Monte y San Fernando, es una cuestión de sentido común", defendió Martínez Aguayo. "No ayudaría nada que se iniciara una renovación en una de las entidades en medio del proceso".
Hasta ahora, el Gobierno andaluz había descartado públicamente una reforma de la Ley de Cajas para dar una prórroga a Braulio Medel al frente de Unicaja. Ni el presidente andaluz, José Antonio Griñán, ni su entorno más próximo creían conveniente moverse en esa dirección.
Pero la complicidad del socialista José Antonio Arcos Moya, presidente de la Caja de Jaén, lo hace posible. Según él, no tendría sentido una presidencia rotatoria, aunque se contempla una Dirección General Adjunta, que será ocupada por el actual director general de la caja jiennense, Dionisio Martín. Vamos que es una obviedad que Medel sea el presidente de la nueva entidad.
Empieza la verdadera caza: Cajasur y, allá a lo lejos, Caja Granada.
Para el interés socialista, el verdadero objetivo, por lo que tendría de triunfo político, es Cajasur, la caja donde la Iglesia aún tiene influencia a pesar de la vicepresidencia ejecutiva conseguida por Chaves en su batalla contra el cura Castillejo, vicepresidencia ocupada por Salvador Blanco, representante de la Junta y alcalde socialista de Palma del Río.
La consejera de Economía ayer se refirió al deseo de que las fusiones sean en clave andaluza, recuperando el discurso de la "caja única" destrozado por la operación partidista de salvamento de la Caja Castilla-La Mancha (CCM). Si Cajasur o Caja Granada deciden o no sumarse, advirtió la consejera, corresponde a los consejos de administración.
Medel, sin embargo, no dijo nada sobre Cajasur, con la que sin embargo ha mantenido siempre relaciones de fusión evidentes. No descartó, sin embargo, la incorporación de otras cajas de manera "inmediata" a la entidad resultante.
Por otra parte, PSOE y PP parecen estar presionando a la Iglesia, fundadora de la caja cordobesa, para que inicie cuanto antes las negociaciones con la entidad malagueña. El planteamiento fue realizado en el último consejo de administración, celebrado la semana pasada. Los consejeros de estos dos partidos, representantes de las administraciones públicas, esperan que, en la próxima reunión del 22 de julio, se aborde la fusión y se dé luz verde para que comiencen las negociaciones.
No hay que olvidar que metida de lleno en las aventuras inmobiliarias ruinosas, Cajasur encabeza la lista española en tasa de morosidad y ocupa el segundo lugar en la calificación del riesgo. Además, la caja sufre una dramática falta de liquidez debido a la crisis financiera.
La Iglesia tiene el 30% de los 20 miembros del consejo de administración de Cajasur, pero su influencia puede ser mayor. El líder cordobés del PP, José Antonio Nieto, dice que su partido no respaldará ningún proceso de fusión que afecte a la caja cordobesa si es una cuestión que llega "impuesta" por la Junta de Andalucía.
Nieto subrayó que el PP daría su apoyo a una hipotética fusión de Cajasur con cualquier otra entidad financiera, pero sólo si se "respeta la posición de Córdoba, si fortalece a la provincia y a la ciudad de Córdoba, si mantiene íntegramente la plantilla de Cajasur y si esa fusión o ese acuerdo que se pueda adoptar supone fortalecer a Cajasur y a Córdoba".
En Granada, el PP dice que Caja Granada debe estar ajena a cualquier proceso de fusión. El presidente provincial del PP, Sebastián Pérez, reiteró ayer su apoyo al presidente de Caja Granada, el ex guerrista Antonio Claret García, para mantener a la entidad como un proyecto "netamente granadino" e insistió en la convocatoria del Pacto del Saray, que unió en 2001 a las fuerzas políticas, sindicales y sociales de Granada en defensa de la caja.
La respuesta la dio el secretario del PSOE de Granada, Francisco Álvarez de la Chica, que dijo que el PP está "desacreditado" para hablar de la independencia de Caja Granada porque "nunca ha creído en su estabilidad" y acusó a este partido de buscar el conflicto con este asunto.
En la fusión Unica-Caja Jaén se propaga que mantendrán la marca, la sede y el empleo, de forma que seguirán operando las 52 oficinas de Caja de Jaén con sus alrededor de 230 trabajadores. Así, se mantendrán las dos marcas comerciales, aunque desde la perspectiva registral, al nombre 'real' de Unicaja -Montes de Piedad y Caja de Ahorros de Ronda, Cádiz, Almería, Málaga y Antequera- se sumará el "título" de Jaén. No se ha dicho, claro, por cuánto tiempo se mantendrá esta situación. Conviene decir ahora que las marcas no se perderán. Pero sólo por ahora.