LD (M. Llamas) Según los datos oficiales, aunque no publicados, del Fondo de Garantía de Depósitos de EEUU (FDIC) cerca de 500 bancos están en riesgo. Sin embargo, dicha cifra se queda corta a la vista de los últimos informes de los analistas independientes.
Así, según un stress test realizado a 940 entidades financieras realizado por The Washington Post, los bancos locales y regionales se enfrentan a unas pérdidas próximas a los 200.000 millones de dólares en caso de que la recesión continúe en EEUU. Como resultado, unas 600 entidades deberán realizar ampliaciones de capital. De hecho, el secretario del tesoro, Timothy Geithner, ante esta perspectiva, pretende ahora extender su plan de rescate financiero (TARP) a este tipo de entidades. Tal dato, muestra la insolvencia que padece el sistema financiero de la primera potencia mundial.
Dicha cifra se suma a los 600.000 millones de pérdidas que, según el Tesoro, sufrirán los 19 bancos más grandes del país, tras realizar unas pruebas de esfuerzo (stress test), cuyos resultados no se ha creído nadie -el Tesoro estimó una agujero financiero de 74.000 millones-. Ni si quiera el ex presidente de la reserva Federal de EEUU, Alan Greenspan, ya que considera que la necesidad de capital de la gran banca será mucho mayor, informa Bloomberg.
Pérdidas bancarias de 800.000 millones
En total, según estos datos, la banca de EEUU se enfrenta a unas pérdidas próximas a los 800.000 millones de dólares en los próximos meses, debido al deterioro de activos y a la avalancha de impagos hipotecarios, corporativos y de créditos al consumo.
Precisamente, el jueves las autoridades financieras se vieron obligadas a intervenir el banco BankUnited FSB, con sede en Florida, por considerar que carecía del capital suficiente para continuar operando. La intervención de la entidad, que maneja 13.000 millones de dólares en activos, representa la mayor quiebra bancaria en EEUU en lo que va de año. Según informó en un comunicado el FDIC la operación tendrá un coste de 4.900 millones de dólares.
Ya han quebrado 59 bancos en EEUU
El mayor caso de quiebra de un banco comercial en la historia norteamericana fue en 2008 el caso de la antaño caja de ahorros líder Washington Mutual, que tenía una suma de balance superior a los 300.000 millones de dólares. Con este caso, ya son 59 las entidades bancarias que han quebrado en EEUU desde 2008 -34 tan sólo en lo que va de año-. Sin embargo, el FDIC espera nuevas bancarrotas.
Dado que sus fondos para garantizar los depósitos de los clientes casi se han agotado, el Tesoro de EEUU ha concedido a este organismo un crédito temporal de carácter extraordinario por valor de 500.000 millones de dólares hasta 2010 -el proyecto ya ha sido aprobado por el Senado-. Es decir, el Gobierno de EEUU ha acudido al rescate del FDIC para garantizar los depósitos de los clientes y evitar, así, la temida corrida bancaria, tal y como avanzó Libertad Digital.
Así, si los datos internos del FDIC mostraban unos 500 bancos en riesgo de quiebra el pasado febrero, en la actualidad, según The Washington Post unos 600 bancos de los 960 examinados precisarán una inyección extra de dinero público. En este sentido, cabe recordar que el último plan de rescate financiero presentado por Geithner, próximo al billón de dólares, permite la participación del capital privado, pero la trampa radica en que es el Estado quien avala y asume todo el riesgo en ese tipo de operaciones con el dinero de los contribuyentes.
El FDIC carece de fondos
Pese a ello, un análisis más extenso pinta un escenario incluso peor. En agosto de 2008, antes de la quiebra de Lehman Brothers, Libertad Digital recogió una advertencia alarmante lanzada por el entonces presidente de Fortis Bank, Maurice Lippens, en la que aseguraba que las bancarrotas podrían afectar a un total de 6.000 bancos en EEUU, ya que su músculo de liquidez era insuficiente para capear el temporal crediticio.
Cabe recordar que el número de entidades financieras que operan bajo la garantía del FDIC asciende a unas 8.000. Es decir, Lippens afirmaba que el 75% del sistema era insolvente.
Su anuncio corrió como la pólvora y, pese a las reacciones de incredulidad, poco después, en octubre, los gobiernos de todo el mundo se vieron obligados a intervenir para evitar el colapso total del sistema financiero tras la quiebra de Lehman. Desde entonces, los rescates financieros se han ido sucediendo, pero la insolvencia bancaria sigue presente.
1.800 bancos en riesgo de quiebra
Así, el pasado abril, Martin D. Weiss, presidente de la compañía de servicios financieros Weiss Research -firma de análisis independiente- afirmó que, según sus estimaciones, unos 1.800 bancos de EEUU están en riesgo de quiebra y precisarán incrementar captar más capital para sobrevivir a la crisis. Es decir, el 20% del sistema financiero de EEUU es insolvente.
Su informe, basado en los balances bancarios del último trimestre de 2008, advierte de que, más allá de los grandes bancos en problemas, cientos de entidades locales y regionales están al borde de la bancarrota.
Bajo el título, Dangerous Unintended Consequences: How Banking Bailouts, Buyouts and Nationalizations Can Only Prolong America`s Second Great Depression and Weaken Any Subsequent Recovery, Weiss alerta de que el Gobierno de EEUU subestima el riesgo de insolvencia al que se enfrenta la banca y el alcance real de la crisis de la deuda, al tiempo que sobreestima su capacidad para salvar las entidades en quiebra sin "graves consecuencias".
Las previsiones del FDIC se quedan cortas. Oficialmente, según el FDIC, 252 entidades están en riesgo de quiebra, con unos activos por valor de 159.000 millones de dólares. Weiss, sin embargo, estima que 1.816 bancos están en riesgo de quiebra, cuyos activos ascienden a 4,67 billones de dólares. Y esto, en base a los datos del último trimestre de 2008. Dicho cálculo supera, incluso, al coste financiero total que estima el Fondo Monetario Internacional para toda la banca del planeta
Weiss señala en su informe, con fecha de 19 de marzo, que la estrategia de "demasiado grande para caer" ha fracasado. En su lugar, recomienda que el Gobierno abandone su objetivo utópico de salvar a todas las instituciones financieras; liquidar las entidades insolventes, sin importar su tamaño; y facilitar un sistema bien capitalizado y prudentemente gestionado por las entidades mejor posicionadas, mediante una regulación estricta.
Hay que "cambiar las prioridades" para evitar una "II Gran Depresión en EEUU". Pese a ello, Weiss se mostró optimista tras afirmar que EEUU puede sobrevivir a una crisis bancaria más amplia e, incluso, a otra Gran Depresión siempre y cuando se tomen las "decisiones correctas"
Weiss anticipó la quiebra de Bear Stearns 102 días antes de que ocurriera, Lehman Brothers (182 antes), Fannie Mae (8 años antes) y Citigroup (182 días antes).