Es la primera vez en sus 20 años de historia que la compañía, muy golpeada por la crisis, registra pérdidas en este trimestre, el primero de su ejercicio.
En un comunicado a la Bolsa de Londres, BA ha informado de que en los tres meses hasta el pasado 30 de junio tuvo unas pérdidas brutas de 148 millones de libras (unos 173 millones de euros), frente a 37 millones de ganancias en el mismo periodo del 2008.
La aerolínea, que negociaba una posible fusión con la española Iberia, tuvo un Ebitda de 118 millones de libras (138 millones de euros), comparado con 253 millones en el 2008.
En cuanto a sus resultados por operaciones, tuvo unas pérdidas de 94 millones de libras (110 millones de euros), frente a 35 millones de ganancias en el primer trimestre del pasado año fiscal.
La facturación fue de 1.983 millones de libras (2.323 millones de euros), un retroceso del 12,2% (o 16,8% si no se tiene en cuenta la conversión de moneda). Walsh ha advertido de que "no hay signos visibles de mejora"
La deuda neta ascendió a 2.268 millones de libras (2.659 millones de euros), 1.164 millones más que en el mismo periodo del 2008.
El director ejecutivo de British Airways, Willie Walsh, ha declarado que las condiciones de negocio mantienen "desafíos" y que la empresa se centrará en reducir aún más sus costes con la retirada de 22 aviones durante el invierno de 2010.
Tras meses de caída del tráfico aéreo, las amenazas de huelga y el encarecimiento del combustible, la compañía atraviesa uno de sus peores momentos y la reestructuración del negocio se ha convertido en uno de sus objetivos prioritarios.
Por este motivo, además de reducir su capacidad, se pospondrá una media de cinco meses la entrega de seis aparatos A380 encargados y hasta dos años la de otros seis.
Ante la competencia de las compañías de bajo coste, el reto más importante que se le presenta a la aerolínea es que el proceso de reestructuración no le reste su valor añadido de servicio al cliente.
Tras haber logrado un ahorro del 6,6% con varios recortes y cambios en las condiciones de la plantilla, BA continuará su plan de introducir "cambios estructurales permanentes en el coste base de los empleados", lo que apunta a una reducción sustancial de su plantilla mundial de 40.000 trabajadores.
Tras suprimir en torno a 2.500 empleos desde el pasado verano, British Airways anunció en la junta de accionistas del 14 de julio su intención de eliminar al menos otros 3.700 puestos de trabajo en el plazo de un año.
Un total de 6.940 trabajadores han aceptado ya algún tipo de rebaja salarial para ayudar a la empresa a capear la crisis, al tiempo que los pilotos accedieron en julio a un recorte del sueldo del 2,6% y el propio Walsh renunció a su salario el mes pasado.