LD (Agencias) El banco de inversión Bear Stearns ha perdido este lunes, en tan sólo unas horas de cotización, casi el 90 por ciento de su valor en Bolsa, después de que JP Morgan Chase acordara comprarla por el irrisorio precio de 2 dólares por acción. Hacia la media sesión en la Bolsa de Nueva York, Bear Stearns, que suspendió la presentación de los resultados de su primer trimestre fiscal de 2008, prevista para este lunes, continuaba la caída en picado con que inició la semana y se cambiaba a 3,7 dólares, frente a los 30 dólares a los que había cerrado el viernes pasado, cuando la compañía alcanzaba un valor total de 3.540 millones de dólares.
Un valor, que queda todavía muy lejos del máximo alcanzado en los últimos 10 meses. A finales de abril de 2007, Bear Stearn alcanzó un precio por acción de 159 dólares, y la entidad se valoraba en 21.625.657 dólares. JP Morgan Chase ha pagado algo más de 230 millones de dólares por el que fue hasta hace 24 horas el quinto mayor banco de inversión de los EEUU.
Precisamente fue a partir de mayo de 2007 cuando el valor de Bear Stearn comenzó una senda descendente que le ha llevado a desplomarse en este mes de marzo. Durante el verano 2007 sufrió un recorte importante con el estallido de las subprime, cuando pasó de 150 dólares por acción a tocar en varias ocasiones los 100. Durante los meses de octubre y noviembre, volvió a coger algo de cuerda y se acercó por momentos a la senda de los 150 dólares. No obstante, no pudo recuperarse. Bear Stearns estrenó este mes de marzo cerca de los 90 dólares y este lunes se ha vendido a un precio de 2.
Su descenso lideraba hoy los movimientos en Wall Street, donde el ánimo vendedor se extendía especialmente entre los valores del sector financiero, jaleado por esa compraventa y por la publicación de datos macroeconómicos que hacen cada vez más evidente la delicada salud de la economía estadounidense.
Según recoge Efe, con 85 años de historia, Bear Stearns fue la primera entidad en anunciar, a mediados del pasado julio, la liquidación de varios de sus fondos especulativos de inversión debido a la pérdida de valor de sus activos vinculados a hipotecas de alto riesgo (subprime). A partir de entonces, se desató una crisis de liquidez debida a la multiplicación de complejos instrumentos financieros vinculados a ese tipo de deuda, que se extendió al mercado crediticio internacional.
Los 236 millones de dólares que JP Morgan pagará por su rival (que el viernes valía en Bolsa 3.540 millones de dólares) es un precio ínfimo para una compañía que consiguió sobrevivir a la Gran Depresión y las dos Guerras Mundiales, pero no a esta crisis. El quinto mayor banco de inversión de EEUU se vende así por un ridículo precio que ha enervado a sus trabajadores (que tienen un tercio del capital y ya han recibido los primeros rumores de despidos) y a sus socios, entre ellos el grupo financiero chino CITIC.
El grupo chino, socio del español BBVA, reconoció hoy que no puede garantizar que vaya a cumplir la alianza estratégica pactada en octubre con Bear Stearns, según la prensa local. Esa alianza establecía que CITIC invertiría más de mil millones de dólares para aumentar su participación del 6 al 9,9 por ciento de Bear Sterns, mientras que la entidad estadounidense pasaría del 2,5 al 7,5 por ciento de la firma china.
En su acuerdo de compraventa, JP Morgan Chase asume con efecto inmediato todos los compromisos adquiridos por Bear Stearns, algo que cuenta con el beneplácito de la Reserva Federal. Con el ánimo de evitar el hundimiento de Bear Stearns y un posible efecto dominó, la Reserva Federal se ha comprometido a aportar un máximo de 30.000 millones de dólares para los activos de Bear Stearns que carecen de liquidez suficiente.
JP Morgan calcula que el grado de exposición de Bear Stearns a la deuda vinculada a créditos hipotecarios asciende a 33.000 millones de dólares y, según la cadena de televisión CNBC, plantea despedir a la mitad de la plantilla, formada por 14.000 trabajadores. "Los clientes de Bear Stearns y sus socios pueden sentirse seguros de que JP Morgan garantizará los riesgos asumidos por el banco de inversión. Damos la bienvenida a sus clientes, sus socios y empleados y estamos encantados de ser su aliado", dijo el consejero delegado de la segunda, Jamie Dimon, al anunciar el acuerdo.
Además, apuntó que esta transacción proporcionará valor a largo plazo a los accionistas de JP Morgan Chase, pues supone un riesgo "asumible", dentro de un "margen de error apropiado". Por su parte, el presidente y director general de Bear Stearns, Alan Schwartz, apuntó que esta operación es "la mejor salida para todos teniendo en cuenta nuestra actual situación".
El pasado viernes, Schwartz, reconoció que la liquidez del banco se había deteriorado "de forma significativa", en buena parte debido, precisamente, a los propios rumores sobre la salud de los activos de la compañía, lo que ya impulsó el fuerte descenso de sus títulos. Las dos partes han trabajado a contrarreloj para cerrar el acuerdo de compraventa antes de que hoy abrieran los mercados bursátiles asiáticos y evitar así que las turbulencias financieras de Bear arrastraran a otros bancos.