LD (EFE) Gaspart, que es también miembro de la Comisión Ejecutiva de la nueva Spanair y que fue presidente del F.C Barcelona, declaró en los desayunos del Foro de Nueva Economía que será el presidente de la aerolínea, Ferrán Soriano, quien ofrezca los detalles de la operación, que "se cerrará como estaba previsto".
En diciembre, un grupo de inversores de Cataluña, encabezado por el Consorcio de Turismo de Barcelona y Catalana de Iniciativas llegó a un acuerdo con la dueña de Spanair, la escandinava SAS, para hacerse con una participación mayoritaria.
Señaló que se trata de una operación de "altísimo riesgo", pero al mismo tiempo supone un beneficio poder mantener activa la segunda línea aérea española, "no sólo para conservar 2.000 puestos de trabajo, sino para que se beneficie también el resto de España".
Desmintió que se trate de una operación pública, aunque reconoció que los políticos han animado y secundado la operación, aunque "no han puesto ni un duro". "Veremos si somos capaces de hacer rentable la compañía en dos años", agregó, para insistir en que se trata "de una operación arriesgada".
La operación aprobada en diciembre , que se ha hecho efectiva en el primer trimestre de este año, prevé que los nuevos accionistas catalanes posean el 80,1 por ciento de la aerolínea, mientras que SAS mantiene el 19,9 por ciento.
El accionariado catalán, formado por Catalana de Iniciativas, el Consorcio de Turismo de Barcelona, Volcat 2009 y Fira Barcelona , que conforman el nuevo Consejo de Administración de Spanair junto con dos representantes de SAS nombraron el pasado 31 de marzo a Ferrán Soriano nuevo presidente de la aerolínea.
El grupo catalán, integrado en la Sociedad Iniciatives Empresarials Aeronáutiques SA (IEASA), realizó un ampliación de capital de 100 millones de euros con motivo de la adquisición de la compañía.
En el jornada, también estuvo presente uno de los fundadores y dueño de Spanair, el presidente del grupo turístico Marsans , Gonzalo Pascual, quien expresó su apoyo al nuevo proyecto y criticó la "desastrosa gestión" que había sufrido la compañía en manos del grupo.
Spanair fue fundada hace más de veinte años por los dueños del grupo Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, asociados con Christer Sandah, de SAS, e inició sus vuelos, en modalidad de chárter, para después ofrecer sus servicios como línea regular.
En 2003 ambos socios españoles vendieron a SAS el 94,9 por ciento de su participación en la compañía y se reservaron el 5,1 por ciento restante y los puestos de presidente y consejero delegado de la aerolínea.
En julio de 2007 ambos socios se desprendieron del capital y lanzaron una oferta por la totalidad de la compañía, interés al que se sumaron después otras empresas, entre ellas Iberia.
Ante lo dilatado de la operación, ya que SAS no concretaba la fecha de adjudicación de la venta, los candidatos se retiraron y la dirección de la aerolínea escandinava dejó el concurso desierto, hasta que en diciembre el grupo de inversiones catalán puso encima de la mesa la oferta definitiva de compra
En diciembre, un grupo de inversores de Cataluña, encabezado por el Consorcio de Turismo de Barcelona y Catalana de Iniciativas llegó a un acuerdo con la dueña de Spanair, la escandinava SAS, para hacerse con una participación mayoritaria.
Señaló que se trata de una operación de "altísimo riesgo", pero al mismo tiempo supone un beneficio poder mantener activa la segunda línea aérea española, "no sólo para conservar 2.000 puestos de trabajo, sino para que se beneficie también el resto de España".
Desmintió que se trate de una operación pública, aunque reconoció que los políticos han animado y secundado la operación, aunque "no han puesto ni un duro". "Veremos si somos capaces de hacer rentable la compañía en dos años", agregó, para insistir en que se trata "de una operación arriesgada".
La operación aprobada en diciembre , que se ha hecho efectiva en el primer trimestre de este año, prevé que los nuevos accionistas catalanes posean el 80,1 por ciento de la aerolínea, mientras que SAS mantiene el 19,9 por ciento.
El accionariado catalán, formado por Catalana de Iniciativas, el Consorcio de Turismo de Barcelona, Volcat 2009 y Fira Barcelona , que conforman el nuevo Consejo de Administración de Spanair junto con dos representantes de SAS nombraron el pasado 31 de marzo a Ferrán Soriano nuevo presidente de la aerolínea.
El grupo catalán, integrado en la Sociedad Iniciatives Empresarials Aeronáutiques SA (IEASA), realizó un ampliación de capital de 100 millones de euros con motivo de la adquisición de la compañía.
En el jornada, también estuvo presente uno de los fundadores y dueño de Spanair, el presidente del grupo turístico Marsans , Gonzalo Pascual, quien expresó su apoyo al nuevo proyecto y criticó la "desastrosa gestión" que había sufrido la compañía en manos del grupo.
Spanair fue fundada hace más de veinte años por los dueños del grupo Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz, asociados con Christer Sandah, de SAS, e inició sus vuelos, en modalidad de chárter, para después ofrecer sus servicios como línea regular.
En 2003 ambos socios españoles vendieron a SAS el 94,9 por ciento de su participación en la compañía y se reservaron el 5,1 por ciento restante y los puestos de presidente y consejero delegado de la aerolínea.
En julio de 2007 ambos socios se desprendieron del capital y lanzaron una oferta por la totalidad de la compañía, interés al que se sumaron después otras empresas, entre ellas Iberia.
Ante lo dilatado de la operación, ya que SAS no concretaba la fecha de adjudicación de la venta, los candidatos se retiraron y la dirección de la aerolínea escandinava dejó el concurso desierto, hasta que en diciembre el grupo de inversiones catalán puso encima de la mesa la oferta definitiva de compra