LD (Agencias) Los fondos públicos se utilizarán para cubrir hasta un 80% las posibles pérdidas que los bancos nipones puedan registrar después de haber invertido en las compañías más perjudicadas por la crisis, según el ministro de Economía, Toshihiro Nikai.
Para poner en marcha esta iniciativa, el Banco de Desarrollo de Japón comprará acciones preferenciales de algunas de estas compañías perjudicadas. Por otro lado, la entidad financiera apoyada por el Gobierno Japan Finance se encargará de cubrir las pérdidas de las compañías que reciban fondos públicos del Banco de Desarrollo, en caso de que su situación empeore y las lleve a la bancarrota.
Las empresas elegidas para recibir las inyecciones de fondos serán aquellas que tengan un mayor peso en las economías regionales y cuyo fracaso podría afectar en mayor medida a los niveles de empleo locales. Para recibir el dinero, las empresas deben ser capaces de registrar beneficios en un periodo de tres años, dijo Nikai en una rueda de prensa, según informó la agencia local Kyodo.
Para poner en marcha esta iniciativa, el Banco de Desarrollo de Japón comprará acciones preferenciales de algunas de estas compañías perjudicadas. Por otro lado, la entidad financiera apoyada por el Gobierno Japan Finance se encargará de cubrir las pérdidas de las compañías que reciban fondos públicos del Banco de Desarrollo, en caso de que su situación empeore y las lleve a la bancarrota.
Las empresas elegidas para recibir las inyecciones de fondos serán aquellas que tengan un mayor peso en las economías regionales y cuyo fracaso podría afectar en mayor medida a los niveles de empleo locales. Para recibir el dinero, las empresas deben ser capaces de registrar beneficios en un periodo de tres años, dijo Nikai en una rueda de prensa, según informó la agencia local Kyodo.
Medidas de emergencia
El ministro enfatizó que las medidas de emergencia diseñadas por el Gobierno tienen como objetivo "facilitar la inversión por parte de instituciones financieras privadas", en lugar de destinar fondos públicos directamente a las empresas más afectadas por la crisis. Para esta medida el Gobierno establecerá un presupuesto de cerca de 1,5 billones de yenes (16.773 millones de dólares) del presupuesto estatal para 2009, válido hasta el 31 de marzo de 2010.
La inyección de liquidez tiene como objetivo ayudar a una pronta recuperación de los efectos de la ralentización económica en Japón. Ante la crisis económica global, varios países, entre ellos Estados Unidos, han invertido liquidez procedente de fondos públicos en compañías privadas a través de la compra de acciones.
Ayudas públicas a los contribuyentes
Además, el Parlamento japonés aprobó este martes una segunda ampliación presupuestaria para el año fiscal 2008 de 4.790 billones de yenes (54.000 millones de dólares), que incluye ayudas en metálico de unos 132 dólares, para los contribuyentes, informó la agencia Kyodo.
En concreto, el plan contempla el reparto de cheques en metálico por valor de dos billones de yenes (22.500 millones de dólares) a los contribuyentes, unos 132 dólares por persona. Esta revisión del presupuesto aumenta por segunda vez las cuentas del año fiscal 2008 que termina en marzo y tiene como objetivo reanimar la economía nipona, especialmente el consumo privado y la actividad de las pequeñas empresas. La medida ha sido duramente criticada por la oposición que lidera el Partido Democrático.
Según los parlamentarios contrarios al plan citados por la agencia local Kyodo, la medida no tendrá el mismo efecto que si fuera encauzada en un paquete de inversiones públicas o para reducir la deuda del Estado. El Gobierno japonés intenta estimular una economía en recesión a través del consumo privado, principal componente del Producto Interior Bruto (PIB) junto con el comercio exterior.
En concreto, el plan contempla el reparto de cheques en metálico por valor de dos billones de yenes (22.500 millones de dólares) a los contribuyentes, unos 132 dólares por persona. Esta revisión del presupuesto aumenta por segunda vez las cuentas del año fiscal 2008 que termina en marzo y tiene como objetivo reanimar la economía nipona, especialmente el consumo privado y la actividad de las pequeñas empresas. La medida ha sido duramente criticada por la oposición que lidera el Partido Democrático.
Según los parlamentarios contrarios al plan citados por la agencia local Kyodo, la medida no tendrá el mismo efecto que si fuera encauzada en un paquete de inversiones públicas o para reducir la deuda del Estado. El Gobierno japonés intenta estimular una economía en recesión a través del consumo privado, principal componente del Producto Interior Bruto (PIB) junto con el comercio exterior.
Las exportaciones , principal motor de las grandes corporaciones niponas, se han hundido desde finales del pasado año a causa de la fortaleza del yen y la caída de la demanda mundial, lo que ha obligado al Gobierno a reconocer que en los próximos dos años se atascarán en la recesión.
Las sombrías expectativas de las empresas japonesas han extendido las políticas de despidos y el recorte de inversiones de capital . Para aliviar la difícil situación, que afecta sobre todo a las medianas y pequeñas empresas, el Gobierno facilitará la financiación con este millonario paquete que precede al presupuesto récord de 2009 de 88,55 billones de yenes (976.230 millones de dólares).
Según un sondeo de la agencia local Kyodo, tan sólo el 30% de la opinión pública nipona apoya esta partida presupuestaria , otro revés para el cada vez más impopular Aso, que había presentado este plan como piedra angular de su política de estímulo económico.