(Libertad Digital) Corren malos tiempos para las economías más desarrolladas. La debilidad de la eurozona es ya un hecho, según los datos de la oficina estadística comunitaria, que revelan que la economía de la región cayó un 0,2 por ciento en el segundo trimestre del año, el primer retroceso desde la puesta en marcha de la Unión Económica y Monetaria en 1999, mientras que en el conjunto de la UE el PIB se contrajo un 0,1 por ciento.
El primer país que oficialmente ha entrado en recesión (dos trimestres de caída del PIB consecutivos) de la eurozona es Irlanda, con un descenso del 0,8 por ciento registrado entre abril y junio que se suma a la caída del primer trimestre, tal como avanzó LD. En cuanto a la UE, Dinamarca es el único país en recesión económica, al experimentar también dos trimestres de caída de la actividad productiva.
Según informó este jueves el Instituto CSO, organismo oficial de estadística de Irlanda, la explicación de esta reducción del PIB se encuentra en “la caída del mercado inmobiliario, junto con el golpe de la crisis financiera”, factores que han obligado al Gobierno del país a reducir de forma significativa el gasto.
Precisamente, la economía irlandesa ha tenido un modelo de crecimiento similar al español, alimentado por la burbuja inmobiliaria. Según la Comisión Europea (CE), España seguirá los pasos de Irlanda en los próximos trimestres.
Y estos no son los únicos países afectados por el derrumbe del negocio del ladrillo, ya que Dinamarca experimentó un boom inmobiliario en la década de los 90 –aunque inferior al español- que, tras el pinchazo de la burbuja, arrojaron descensos del PIB en el cuatro trimestre de 2007 y el primero de este año.
Además, según revela Financial Times, Francia está comenzando a experimentar también un parón de su negocio inmobiliario que afectará al crecimiento de la economía gala. En concreto, el rotativo señala que “el mercado de vivienda de Francia está resquebrajándose, con un cambio de rumbo que lo hace caer a plomo y unos precios que ya no volverán a crecer”.
“Existe, de hecho, una desaceleración que comenzó el pasado año”, admite un promotor francés al diario británico que tiene su oficina a pocos metros de los Campos Elíseos. “El sueño francés de vivir en París ha sido siempre difícil de alcanzar, pero ahora con el incremento de los costes financieros es aún más difícil lograr el dinero para cumplir el sueño”, añade.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) sitúa a Francia, junto a Reino Unido, España e Irlanda, como los que son “particularmente más vulnerables a una mayor corrección en los precios inmobiliarios”.
Pero los problemas económicos y financieros no afectan sólo a Europa. Siete de los ocho países que conforman el grupo de estados más influyentes del planeta (G8) van camino del crecimiento negativo de su actividad atendiendo a sus datos macroeconómicos. Se trata de EEUU, Canadá, Japón, Italia, Reino Unido, Alemania y Francia, un año después del estallido de la crisis de las hipotecas basura en Estados Unidos (subprime).