Una inversión de 100 euros en el Índice Total de la Bolsa española se habría convertido en 9.254 euros entre enero de 1980 y junio de 2010, lo que equivale a un rendimiento anual del 16%, según el informe publicado este lunes por el Servicio de Estudios de BME y que analiza el rendimiento de las acciones cotizadas en la Bolsa española durante los últimos 30 años.
La reinversión de dividendos y otras retribuciones asociadas aportan cerca de cinco puntos anuales a esa cifra. En ese mismo período una inversión de 100 euros en el Índice General de la Bolsa de Madrid ha pasado a valer 2.539 euros (+10,7% anual).
Los datos del estudio confirman, según los autores, que el transcurso del tiempo es un aliado brillante para la inversión en la clase de activos analizados, especialmente en el caso de las acciones.
Pros y contras
Es evidente que BME es parte interesada en este caso, puesto que su objeto social como empresa es precisamente la gestión del mercado español. Además, el año 80 vio un boom de la inversión en bolsa, que se disparó, tanto en términos de efectivo negociado como en rentabilidad. Si sólo se tomase en consideración la década de los 2000, el resultado no sería tan favorable. Y hay que tener en cuenta que la bolsa puede tener grandes altos y bajos, y cuando sea necesario sacar el dinero quizás el mercado no esté en su mejor momento.
Por otro lado, cuando se habla de que la inversión en bolsa es rentable a largo plazo, hay que tener en cuenta que es una afirmación que se refiere a un índice de valores (como puede ser el Ibex de Madrid o el Nasdaq neoyorkino). Meter el dinero en una sola compañía, aunque sea la más sólida del mundo en estos momentos, siempre tiene el riesgo asociado a que una mala decisión empresarial (un cambio en los gestores, una expansión desmedida...) arrastre al valor.
Sin embargo, a pesar de todas estas precauciones, lo cierto es que el estudio de BME no supone ninguna novedad respecto a lo que han defendido numerosos economistas en los últimos años. La inversión en bolsa (con recapitalización de beneficios y dividendos) es la más segura y rentable en el largo plazo. Supone, además, una apuesta en las empresas de un país, a las que el inversor une su suerte. De estas maneras, en muchos de los estudios sobre planes alternativos de pensiones se aconseja este tipo de producto.
Las principales conclusiones
Las dos principales conclusiones del estudio son:
1. La bolsa es siempre rentable en términos corrientes cuando se mantiene la inversión en una cartera diversificada como el índice más de seis años.
2. El estudio de la inversión en Bolsa de todos los sub-períodos de más de un año y hasta 30 también es frecuentemente positivo: de los 62.300 períodos de inversión analizados, sólo en un 4,6% de los casos el resultado fue negativo. Es decir, en 60.000 ocasiones se hubiese obtenido un rendimiento positivo.
La inflación
Otro aspecto analizado en este trabajo es la relación entre la inversión en Bolsa a largo plazo y la protección contra la inflación. Esta idea se ha contrastado deflactando el índice Total para obtener tasas de rendimiento en términos reales. El resultado es que, efectivamente, la inversión en Bolsa también protege el capital contra la pérdida de valor del dinero a causa de la inflación.
Descontando el efecto de la inflación, entre enero de 1980 y junio de 2010 una inversión de 100 euros en el Índice Total de la Bolsa española se habría convertido en 1.862 euros reales, lo que equivale a un rendimiento anual del 10%. Dicho de otro modo, en ese período la inflación habría restado a la inversión en acciones un promedio de 6 puntos de rendimiento por año.
En este caso no es hasta los períodos de 11 años cuando se obtiene una rentabilidad anual positiva en el 100% de los casos estudiados. A partir de ese plazo (11 y más años hasta 30) en el 75% de los casos el rendimiento es superior al 9%.
Bolsa vs deuda
Uno de los objetivos del trabajo presentado hoy también ha sido estudiar exhaustivamente la prima de riesgo histórica en el mercado bursátil español, que es la diferencia observada a largo plazo entre el rendimiento de la inversión en Bolsa y la realizada en un activo conectado a una variable que se considera como tipo de interés sin riesgo.
En el período más largo que contempla el estudio, la rentabilidad de la inversión en acciones ha superado en 4,78 puntos de rentabilidad anual acumulativa a la inversión en renta fija a largo plazo, por lo que ese valor es, a 30 de junio, la prima de riesgo histórica en España.
Un bono de Deuda a 10 años con valor de 100 euros en enero de 1980 se habría convertido en 2.576 euros en junio de 2010. Esto equivale a un rendimiento anual del 11,2%. En este caso también el largo plazo es beneficioso. Un análisis más detallado muestra que en todos los períodos de inversión posibles superiores a 10 años la prima de riesgo entre la Bolsa y la Deuda a largo se sitúa entre 4 y 6 puntos de rendimiento adicional para la Renta Variable.