"Grecia está de vuelta en el mercado", dijo Petros Christodoulou, jefe de la agencia de deuda del país, en diálogo con Reuters.
El funcionario precisó que Atenas aspiraba a vender no más de 5.000 millones de euros de los bonos. Los detalles finales de la operación se anunciarán oficialmente más tarde.
La mayoría de los bonos se adjudicó a "cuentas de dinero real" o a inversores que querían los bonos para inversión más que para especulación de corto plazo, aseguró Christodoulou.
Grecia ha culpado a los fondos de cobertura y a otros especuladores de empeorar su crisis fiscal, al impulsar un alza en los rendimiento de su deuda en los últimos meses.
El miércoles, el Gobierno anunció medidas de austeridad por 4.800 millones de euros en un esfuerzo por cumplir su meta de reducir el déficit fiscal a un 8,7 por ciento del Producto Bruto Interno este año.
El diferencial entre el rendimiento del bono griego a 10 años respecto a los bonos alemanes se amplió moderadamente en tres puntos básicos, a 293 puntos, tras la venta, sugiriendo que el mercado confía en poder absorber la nueva oferta de deuda.
Marc Ostwald, analista de Monument Securities, señaló que Grecia todavía estaba pagando un precio muy alto para recaudar dinero, pero dijo que la fuerte demanda que recibieron los bonos era una buena noticia para la deuda soberana de otros países que el mercado considera riesgosa, como la de Argentina, Venezuela y Ucrania.