L D (EFE) Esa opción, de confirmarse, contradice la postura adoptada por el presidente y máximo ejecutivo de GM, Rick Wagoner, quien presiona para que el Congreso apruebe un plan de préstamos por 25.000 millones de dólares para la industria del motor de EEUU. Durante sendas audiencias en el Congreso, el martes y miércoles pasados, Wagoner dijo a los legisladores que solicitar la protección bajo la ley de bancarrotas no era una opción viable para su empresa y que sería preferible un plan de ayuda del Congreso.
Según el rotativo financiero, la junta directiva de GM se reunió el viernes en su sede en Detroit y analizaron la posibilidad de acogerse a la ley de bancarrota, entre las medidas que sopesan para hacer frente a la crisis de liquidez de la empresa. Sin embargo, durante la reunión, los directivos reconocieron que la declaración de bancarrota no es, en realidad, "una opción viable" para salir de la crisis, indica el Wall Street Journal.
La junta "está comprometida a considerar todas las opciones, a la luz de las circunstancias que surjan", agregó el diario, citando un correo electrónico de la empresa. Un portavoz de GM, Tony Cervone, dijo que la gerencia está haciendo todo lo posible para evitar la bancarrota. Wagoner rechazó hacer comentarios al respecto y se desconoce si GM ha contratado a asesores independientes para evaluar las opciones sobre la mesa, indicó el diario.
La noticia sobre la posibilidad de una bancarrota surge en momentos en que los Tres Grandes de Detroit, que incluye a Ford y Chrysler, afrontan el plazo del próximo 2 de diciembre para entregar al Congreso un plan de viabilidad a largo plazo y una justificación de cuánto y cómo usarán el dinero que el Legislativo pueda finalmente ofrecerles.
Para reducir sus gastos operaciones, GM informó el viernes de que reducirá la producción con el cierre de cinco plantas de ensamblaje en los próximos dos meses. La medida afectará a 16.000 trabajadores en las plantas que tiene GM en los estados de Ohio, Michigan, Kansas, Misuri, y Ontario (Canadá). La planta de Oshawa, en Ontario, tiene previsto ahora dejar de producir vehículos el próximo 14 de mayo en vez de en julio como en un principio se había anunciado.
GM, que fue objeto de críticas de los congresistas porque sus ejecutivos viajaron a pedir ayuda a Washington en aviones privados, también anunció que cesará el uso de dos de sus aviones fletados. La empresa, que justificó el uso de los aviones por razones de seguridad, empezó el año con siete aviones privados pero devolvió dos en septiembre y piensa eliminar otros dos.
Ford, por su parte, piensa vender sus cinco aviones corporativos, según su portavoz, Mark Truby. La jerarquía demócrata del Congreso envió el viernes una carta a Wagoner y a los presidentes de Ford y Chrysler, Alan Mullaly y Robert Nardelli, respectivamente, en la cual detalla los elementos que, a su juicio, debe incluir el plan de viabilidad y reestructuración.
Los tres ejecutivos tienen que someter el plan ante el Comité de la Banca del Senado y el de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, antes de que el Congreso siquiera estudie una posible votación de un plan de ayuda la semana del 8 de diciembre. Los demócratas siempre han insistido en que el Gobierno de Bush tiene la autoridad de recurrir al plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares aprobado el mes pasado.
La Casa Blanca se opone a que ese plan incluya a empresas ajenas al sector financiero, pero también ha criticado que el Congreso haya concluido su 110 sesión legislativa sin aprobar una ayuda a las empresas automotrices.
La crisis obliga a General Motors a plantearse la "bancarrota"
La junta directiva de General Motors (GM) sopesa "todas las opciones" ante la crisis que aqueja a la empresa de automoción, incluso la bancarrota", según informa el diario The Wall Street Journal.
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