Érase una vez un equipo de fútbol que quería alcanzar la gloria. Ignorando cualquier parámetro de sensatez y prudencia, quiso vivir por encima de sus posibilidades. Su optimismo y alegría le hizo gastar más dinero del que tenía para hacer fichajes millonarios de jugadores que le auparían al éxito.
Cielo o infierno. Se esperaba un buen papel en la Copa. Puestos europeos, quizá Champions. Lo suficiente para recuperar la inversión. Pero el equipo no cumplió las pretensiones. Ni siquiera con grandes jugadores. Y las arcas aumentaron sus números rojos, hasta que el club debía más de lo que poseía. En definitiva, quiebra técnica.
José María Gay de Liébana, profesor de la Universidad de Barcelona y autor del estudio Fútbol y Finanzas: La economía de la Liga de las Estrellas 2007/2008, tiene claro que el modelo está a punto de agotarse. “La Liga Española perdió el año pasado 300 millones de euros y su patrimonio neto es de 340”, subraya. “Con las cuentas en la mano, nos queda para temporada o temporada y media de fútbol”.
El informe pone al desnudo la situación crítica de las cuentas de casi todos los equipos. Sólo F.C. Barcelona y Real Madrid, primer y segundo clasificado a años luz del resto, aparecen como excepciones y dan resultados ordinarios positivos. Ambos clubes aglutinan el 49% de los ingresos totales, el 56% de los beneficios por abonados, el 50% de los derechos televisivos y el 58% del pastel publicitario. “Los demás han de conformarse con las migajas”, añade el profesor Gay de Liébana.
No es extraño, por tanto, que Barça y Madrid hayan jugado una competición y los 18 restantes, otra diferente, abriendo el debate sobre una competición que pierde interés cuando está finiquitada semanas antes de acabar.
Los clubes gastan en fichajes el doble de lo que ingresan
El cierre del mercado de fichajes de verano no ha hecho más que confirmar la tendencia. Se han gastado 454,5 millones y apenas se han ingresado 213, un enorme desajuste que no parece indicar un final de un modelo, para muchos, suicida. Del total de gastos, el 55% salió de la chequera de Florentino y el Barcelona colaboró con otro 20%.
Para Radomir Antic, ex entrenador de blancos y culés y actual seleccionador de Serbia, Madrid y Barcelona parten con una gran ventaja presupuestaria. “Eso marca la competición”, lamenta. “En Inglaterra, por ejemplo, con el dinero ruso, judío y americano hay más equipos en la disputa, aunque sea sin jugadores ingleses”.
A la gestión nefasta de muchos clubes y el carácter derrochador de la mayoría de los dirigentes se ha unido, últimamente, un factor no esperado: la crisis económica mundial. La deuda total de la Liga de las Estrellas, que en 2007 se cifraba en 2.779,5 millones de euros, se disparó un año después hasta los 3.443,8 millones. Es decir, 664,3 millones de euros más.
Situación financiera “crítica”
“El fútbol español se aboca a una situación crítica”, sentencia Santiago Segurola, periodista deportivo y adjunto a la dirección en el diario Marca. “No hay cifras oficiales, como es habitual en un negocio dominado por el oscurantismo, pero en los cuarteles de la Liga se habla de quiebras, leyes concursales, huidas de patrocinadores, descenso sustancial en la afluencia a los estadios, impagos y posibles desapariciones de algunos clubes”.
“Presupuestos auténticos”
No existe una fórmula mágica para encauzar la situación del fútbol español, aunque la primera norma debería ser el sentido común. “Habría que gastar menos de lo que se ingresa y, dentro de las posibilidades de cada uno, poner freno a la barbaridad de algunos fichajes absolutamente imposibles de rentabilizar”.
José María Gay de Liébana, que además de profesor y economista es directivo del R.C.D. Espanyol y asesor de la UEFA, aboga por configurar “presupuestos auténticos” sobre los que se ejerzan férreos controles. Desde su óptica, la Liga de Fútbol Profesional debería capitanear ese control. “No está haciendo su trabajo y tiene una gran responsabilidad en todo esto”.
La aparición de las sociedades anónimas deportivas y la primacía del negocio sobre el deporte han podido influir en el inicio del declive. Gabriel Camuñas, empresario, ex diputado popular y presuntamente relacionado con un intento de compra del Atlético de Madrid, se muestra tajante en señalar a la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas como la principal culpable.
“Los clubes que se convirtieron en sociedades anónimas, algunos centenarios, están hoy en peligro de desaparecer por la gestión de sus propietarios”, sostiene. “Amparados en esa ley, manejan a su antojo las sociedades para obtener beneficios con la recalificación de estadios que fueron comprados peseta a peseta por los socios históricos de dichas entidades”. Camuñas, además, critica que los nuevos dirigentes sólo ven su propio negocio. “Son personas sin arraigo y que ni siquiera sienten los colores”, concluye el empresario.
Con los datos en la mano, es constatable que F.C. Barcelona, Real Madrid C.F., Athletic y Osasuna -únicos conjuntos de Primera División que declinaron la conversión en sociedades anónimas y que siguen perteneciendo a sus socios- son quienes disfrutan de unas cuentas de resultados más saneadas; unos por su poderío mediático-deportivo y otros, en cambio, por su prudencia y contención de gastos. Todo se limita, en resumen, a vivir según tus posibilidades.
Florentino, en el centro del debate
Los 94 millones de euros que Florentino Pérez ha pagado por Cristiano Ronaldo y los 66 que ha costado Kaká llegaron, incluso, hasta el Congreso de los Diputados. Muchos políticos tacharon de “poco estéticos” los movimientos del presidente blanco en tiempos de crisis.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, llegó a calificar el modelo de “imperialista” y con “ciertos aires de prepotencia”, e Iniciativa per Catalunya (ICV) propuso legislar sobre la materia, más allá de la subcomisión parlamentaria que ya está estudiando la manera de reformar la Ley del Deporte Profesional. Florentino Pérez tiene claro su modelo de negocio y la rentabilidad que pueden producir a medio plazo dos fichajes por valor de 160 millones.
Carlos Campos, director de la web ManagingSport.com, sostiene que el debate no debería centrarse sólo en si Kaká o Cristiano son amortizables. “La discusión pudiera perfectamente extenderse a otros jugadores. Sin ir más lejos, en el propio club blanco, ¿han sido amortizados, por ejemplo, Robben o Van der Vart? El problema en el mundo del fútbol no es lo que se invierte o cobran las ‘megaestrellas’. El problema del fútbol, como manifestó hace años Johan Cruyff, es que hay demasiados jugadores mediocres excesivamente bien pagados. No es un tema de dinero; es un tema de valor”.
Respecto a la polvareda mediática levantada tras los fichajes blancos, Jorge Valdano, director general del Real Madrid, habla de “demagogia fácil”. El precio pagado por Ronaldo y Kaká es, según él, un precio socialmente caro y empresarialmente aceptable. “Confundir lo social con lo empresarial es un error. Nosotros aspiramos al liderazgo económico y deportivo, y eso es imposible sin los mejores jugadores del mundo”.