El único país de la Unión Europea que tiene en vigor una ley antitabaco como la que pretende implantar el Gobierno español es Irlanda. Según los datos oficiales de la Central Statistics Office Ireland, las consecuencias de la prohibición han sido nefastas para el sector hostelero irlandés después de la adopción de estas medidas en 2004.
En los tres años previos a la adopción de la Ley, este sector registraba crecimientos de facturación del 18,9%, 21,7% y el 22,3% en restaurantes, y del 11,4%, 9,9 y el 11,7% en bares. Sin embargo, a partir de 2004 registró caídas del 1,6% para restaurantes y un frenazo del crecimiento en bares del 5,1%, y del 2,9% ya en 2005, hasta alcanzar una caída del 10,4% en 2006.
Otro país europeo que intentó imitar a Irlanda y poner en marcha, en mayo de 2009, este tipo de medidas prohibicionistas fue Croacia. Pero sólo cuatro meses después tuvo que dar marcha atrás por la ruina que la prohibición total estaba causando en bares y restaurantes y en el conjunto de su economía que, en gran medida, depende del turismo -modelo similar al de España-.
Croacia no ha sido la única. También el sector hostelero de Reino Unido ha salido perjudicado desde que en julio de 2007 se impusiera una ley muy restrictiva para el consumo de tabaco en espacios públicos (aunque no tan dura como en Irlanda). Desde esa fecha y hasta febrero de 2009, se han cerrado 3.037 pubs, lo que equivale al 5% de los 60.000 que existen en todo el país, según un estudio de la British Beer & Pub Association.
Fuente: Federación Española de Hostelería. Efectos en Irlanda.
Después de conocer lo que ha supuesto para algunos países el endurecimiento de sus Leyes Antitabaco se puede deducir que a España, un país donde la hostelería aporta un 7% al PIB y sólo los bares algo más del 3%, le ocurrirá algo parecido. Un informe elaborado por la Federación Española de Hostelería así lo confirma.
En primer lugar, mostrando los efectos que ha causado la modificación de la Ley en 2006:
- Pérdidas superiores al 20% en locales pequeños (menos de 100 m2) que prohibieron fumar en un principio y que, posteriormente, se vieron obligados a permitir fumar.
- Pérdidas cercanas al 15% en establecimientos hosteleros ubicados dentro de centros comerciales y estaciones de metro y ferrocarril donde quedó totalmente prohibido fumar; y en las cafeterías de las áreas de servicio de las carreteras donde, en principio, no se habilitaron zonas para fumadores, dando por sentado que al no existir competencia la afluencia de clientes sería la misma.
Y ello, sin olvidar los locales que tuvieron que habilitar sus instalaciones -sin recibir ningún tipo de ayuda por parte de las Administraciones- para conseguir un espacio libre de humo a través de sistemas de extracción, filtración, de presión, cristaleras, etc.
Antes de la Ley, el espacio hostelero destinado a los no fumadores no llegaba al 0,5 % del total, y a día hoy asciende al 50%. El presidente de la Asociación Madrileña de Empresarios por la Calidad del Ocio, Dionisio Lara, señala a Libertad Digital que el sector trabajaba para librar de humos el otro 50%, pero los empresarios paralizaron sus proyectos porque ya en 2008 el Gobierno anunció que su objetivo era la prohibición total.
Y ese momento ha llegado. El Gobierno prepara la nueva Ley Antitabaco para prohibir los malos humos a partir de 2011. Una normativa que no puede llegar en peor momento, según el sector, ya que la hostelería ha sufrido unas pérdidas superiores al 25% en bares y del 27% en locales de ocio nocturno debido a la crisis económica.
La nueva Ley supondrá una nueva caída de ventas, que el sector cifra en un 7% adicional para los bares, entre un 10% y un 15% en las cafeterías, y pérdidas superiores al 15% en los locales de ocio nocturno.
La normativa reducirá el número de clientes y el tiempo de estancia en lo locales. Según Lara, en España existe una perfecta convivencia entre fumadores y no fumadores. "Ha sido nuestro propio Gobierno el que ha generado la polémica. Un dato: de los millones de visitas diarias que han recibido los establecimientos hosteleros en estos últimos cinco años, tan sólo se han producido 8.000 denuncias por molestias relacionadas con el tabaco. Esta cantidad tan pequeña demuestra que en España existe una situación de paz entre los dos colectivos, fumadores y no fumadores".