Las cifras adelantadas por el organismo estadístico, que coinciden plenamente con las previsiones que efectuó el Banco de España en su último boletín económico, suponen una cierta moderación respecto a las del trimestre anterior, cuando el PIB cayó un 0,3% en tasa intertrimestral y un 4% en tasa interanual.
Asimismo, los datos avanzados del cuarto trimestre constatan las previsiones del Gobierno, que estimaba que la economía española no saldría de la recesión en 2009 y que el PIB registraría una caída global del 3,6% en el conjunto del año. Este descenso del 3,6% que se anotó la economía española en 2009 representa la mayor caída de la actividad de las últimas décadas.
El INE destaca que, por segundo trimestre consecutivo, la actividad económica global "atenuó su contracción" gracias a una contribución menos negativa de la demanda nacional y a la aportación positiva del sector exterior. El organismo estadístico publicará los datos definitivos del cuarto trimestre el próximo 17 de febrero.
La tasa interanual del PIB del cuarto trimestre de 2009 (-3,1%) mejora en nueve décimas la registrada en el trimestre anterior (-4%) y supone la quinta caída trimestral consecutiva tras los retrocesos del 1,2%, 3,2%, 4,2% y 4% experimentados en el cuarto trimestre de 2008, y los tres primeros trimestres de 2009, respectivamente.
Por su parte, la variación intertrimestral de la economía española se situó en el -0,1% en el cuarto trimestre, atemperando en dos décimas el descenso experimentado en el tercer trimestre (-0,3%). Con éste, ya son seis los trimestres consecutivos en los que se contrae el PIB español, que oficialmente entró en recesión (dos trimestres de crecimiento negativo) a finales del año pasado.
Tanto la vicepresidenta económica, Elena Salgado, como diversos servicios de estudios y analistas, entre ellos el BBVA y el panel de Funcas, habían previsto que el PIB registraría en el cuarto trimestre de 2009 una tasa trimestral cercana a cero.
Los expertos creen que debido a la desaceleración en la caída del PIB, la economía española podría salir de la recesión en el primer trimestre de este año, con un leve crecimiento positivo, de apenas unas décimas, pero suficiente para seguir a otros países en la senda de la recuperación.
Se confirma el dato del Banco de España
Los datos publicados este jueves por el INE coinciden plenamente con las previsiones realizadas por el Banco de España en su último boletín económico.
La institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez estimaba que la economía española había moderado su caída intertrimestral al 0,1% en el cuarto trimestre y al 3,1% en tasa interanual, con una contracción global para el conjunto del ejercicio del 3,6%.
El Banco de España señalaba en su boletín que el retroceso de la demanda nacional se hizo "menos pronunciado" en el cuarto trimestre (hasta el -4,8%), aunque esto se debe, en parte, al efecto de algunas medidas públicas con impacto transitorio, como el Plan 2000E y el Fondo de Inversión Local. La contribución positiva del sector exterior continuó siendo elevada (2 puntos) aunque inferior a la del trimestre precedente, según sus cálculos.
En concreto, la institución apuntaba que el gasto en consumo final de los hogares mantuvo la "tónica de debilidad" de los trimestres previos, aunque en términos intertrimestrales podría haber mostrado una tasa "ligeramente positiva", tras siete trimestres de retroceso, gracias, en parte, al "intenso" crecimiento de las matriculaciones por el Plan 2000E que, podría haber supuesto una anticipación del gasto y acabar, por tanto, detrayendo la demanda de estos bienes en el futuro.
El Banco de España afirmaba además que el gasto en consumo de los hogares se vio afectado en el cuarto trimestre por la incertidumbre asociada al "marcado deterioro" del mercado de trabajo y por el efecto negativo de la destrucción de empleo sobre las rentas salariales, aunque también contribuyeron las restricciones de crédito y la disminución de la riqueza asociada a la tendencia descendente del precio de la vivienda.
El consumo no repunta
Estos factores, según el Banco de España, tendieron a "deprimir" el consumo, pese a que otros elementos incidieron "positivamente" sobre la renta real de las familias, como la baja inflación, la moderación de los tipos de interés, y el impulso de las transferencias netas de las administraciones públicas.
Así, la debilidad del consumo en el cuarto trimestre reflejó un incremento de la tasa de ahorro de los hogares, mientras que el consumo de las administraciones públicas experimentó un "menor crecimiento" entre octubre y diciembre, en línea con la evolución del empleo en este sector.
El Banco de España indicaba además que la inversión en equipo mostró una evolución "menos negativa" en la última parte del año, continuando la pauta de "menor deterioro interanual" ya observada anteriormente, aunque la caída interanual continuó siendo elevada y podría estar anticipando también decisiones de compra, por lo que la inversión podría volver a reducirse en un futuro. La inversión en construcción moderó su comportamiento contractivo en el cuarto trimestre, aunque mantuvo tasas "muy negativas".
La institución gobernada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez revela también que la aportación positiva del sector exterior fue menor en el cuarto trimestre porque siguieron observándose retrocesos interanuales tanto de las exportaciones como, en mayor medida, de las importaciones, aunque los ritmos de descenso se frenaron "sustancialmente". Así, en términos intertrimestrales ambas registraron una tasas positivas tras las fuertes caídas del primer semestre.