L D (Europa Press) Así lo reconocieron fuentes de ENRESA, que señalaron que las capacidades humanas y los recursos tecnológicos disponibles en la actualidad en España "podrían ser insuficientes para acometer dos desmantelamientos simultáneamente", ya que el plan para desmontar Zorita aún no ha comenzado y, en el caso de que el Gobierno decidiera el cierre de la instalación burgalesa, las tareas de ambas centrales coincidirían en el tiempo.
Además, el Gobierno no ha decidido aún la ubicación para el futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) que acogerá los residuos de alta actividad de las instalaciones nucleares españolas, el cual también deberá gestionar los residuos de la central catalana de Vandellós I que, aunque de momento son guardados en Francia, han de regresar antes del 31 de diciembre de 2010.
De momento, Enresa aún no ha iniciado los trabajos de desmantelamiento de José Cabrera, en Almonacid de Zorita, la primera central nuclear que, en 1968, comenzó a operar en España, ya que aún no le ha sido transferida la titularidad de la planta, que es propiedad de Unión Fenosa Generación, a pesar de que esta condición estaba prevista para mayo de 2009.
En la actualidad, Unión Fenosa está realizando las tareas previas para su desmantelamiento. Estos trabajos consisten en la gestión del combustible gastado (evacuación desde la piscina y traslado al almacén temporal) y en el acondicionamiento de los residuos de operación, después de que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio autorizara en 2006 a la propietaria la construcción de una instalación auxiliar donde almacenar dicho combustible. En ese sentido, según fuentes de ENRESA hasta finales de verano probablemente no se transferirá la titularidad.
De acuerdo al plan previsto, una vez concluida la parte de Unión Fenosa, Enresa comenzará el desmantelamiento y clausura de la central para que el emplazamiento que ocupaba la instalación nuclear pueda "ser utilizado sin restricciones". En concreto, el calendario de actuaciones tiene una duración inicial prevista de seis años, entre 2009 y 2015, tiempo en el que se deberán desmontar los equipos y sistemas, desmantelar edificios, grandes componentes, realizar las tareas de descontaminación, trasladar los residuos radiactivos, trasladar los residuos convencionales, los materiales desclasificados, los rellenos y, finalmente, restaurar ambientalmente el emplazamiento.
Si el Gobierno decidiera cerrar Santa María de Garoña en su 40 cumpleaños, es decir 2011, su desmantelamiento comenzaría en 2014, por lo que coincidiría con el desmontaje de Zorita, que además acumula ya varios meses de retraso.
Los residuos de alta actividad –principalmente el combustible gastado de las centrales nucleares– representan el 5 por ciento del total de residuos radiactivos de las 160 toneladas de estos materiales que cada año se generan en España. En los años 70 se optó por reprocesar en el extranjero el combustible gastado de las centrales de primera generación, que son José Cabrera, Vandellós I y Santa María de Garoña. Sin embargo, esta práctica cesó en 1982, pero de acuerdo a los compromisos adquiridos en los contratos de reprocesado, próximamente deberán regresar a España residuos de media y alta actividad de Vandellós I.
Asimismo, entre 2010 y 2015 tendrá que regresar el combustible gastado de San José Cabrera y de Santa María de Garoña, teniendo en cuenta las fuertes penalizaciones económicas si el primer transporte no se produce antes de 31 de diciembre.