LD (M. Llamas) Luz roja. La máxima calidad de la deuda española (triple A) está en riesgo, tal y como adelantó Libertad Digital. La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) informó este lunes que ha situado el “rating” (calificación) a largo plazo del Reino de España, actualmente situado en “AAA” (el máximo), bajo vigilancia "con implicación negativa" por los "considerables desafíos" a los que se enfrenta la economía del país.
España se convierte así en el tercer país de la zona euro que ha recibido la advertencia crediticia de S&P, tras el toque de atención a la deuda pública de Irlanda y Grecia. Al igual que estos dos países, España se enfrenta a un "doloroso reajuste de su economía y a un marcado deterioro de sus finanzas públicas", según advierte la entidad.
De hecho, la agencia de calificación Fitch Ratings considera que los bonos públicos de Irlanda podríasn ser degradados en breve debido al elevado déficit presupuestario tras la intensificación de la crisis financiera y el derrumbe del sector inmobiliario. El problema es que España se enfrenta a una situación muy similar.
España e Irlanda se enfrentan a una degradación crediticia
Los analistas advierten de que España e Irlanda han sido golpeados muy duramente por el colapso del mercado inmobiliario, contribuyendo al creciente desempleo y la disminución de los ingresos del Gobierno, informa Reuters. En concreto, S&P mete el dedo en la llaga al afirmar el débil posicionamiento financiero de España para afrontar con garantías la crisis crediticia mundial y alerta de que el estancamiento se puede prolongar durante años.
La reacción del mercado de bonos a la advertencia de S&P no se ha hecho esperar. El diferencial entre los bonos del Tesoro español y los alemanes a diez años se incrementa a 93 puntos básicos, desde menos de 40 a principios del pasado septiembre y menos de 60 hasta finales de noviembre.
Se amplía el diferencial con Alemania
Tal diferencia marca su máximo de los últimos 10 años y los expertos auguran que el coste de la financiación pública de estos tres países podría dispararse el próximo otoño.
Asimismo, el mercado de credit default swaps (CDS), que permite a los inversores cubrirse de los impagos de todo tipo de deuda (pública y privada), recogió también de inmediato esta advertencia. Así, los CDS de la deuda española se elevó desde los 85 puntos de principios de año hasta los 106,5 puntos básicos. Tal índice implica que para cubrir una inversión de 10 millones de euros en bonos del Tesoro es necesario pagar una prima de 106.000 euros.
Mientras, el coste del seguro para el bono alemán apenas supera los 44 puntos básicos. Casi la mitad que el bonos español, lo cual refleja las crecientes dudas de los inversores sobre la deuda pública española.
El Gobierno español prevé aumentar su emisión de deuda en 2009 un 51% respecto al pasado año, hasta una cuantía próxima a los 104.500 millones de euros con el fin de cubrir se creciente déficit presupuestario. Además, el Estado tendrá que emitir bonos por valor de 50.000 millones para comprar activos a la banca nacional y tratar así de reactivar el crédito a familias y empresas.
La crisis se podría prolongar hasta 2011
Tras la debacle de 2008, algunos economistas internacionales no esperan una mejora de la situación económica española hasta bien entrado 2011. Y es que la intensidad del deterioro económico del último año ha batido todos los récords conocidos hasta el momento, tanto en destrucción laboral como en aumento del déficit fiscal (hay que tener en cuenta que hasta hace apenas unos meses las cuentas públicas españolas presentaban superávit). El déficit público superará el 6% del PIB nacional en 2009, según los analistas de S&P.
La evolución de ambas variables no deja lugar a dudas, tal y como recoge el blog randomspaniard, con los últimos datos elaborados por la Fundación Faes. Los datos muestran que en apenas un año (2008) se ha destruido lo que costó conseguir casi cuatro años.