El informe de la consultora asegura, además, que el alargamiento de la vida de las centrales nucleares hasta los 60 años podría ahorrar unos 7.000 millones de inversión y contribuiría a reducir las emisiones de CO2.
Los autores del estudio concretaron que el análisis sobre la proyección de costes se realizó de acuerdo a las previsiones manejadas por la Agencia Internacional de la Energía, que los colocan en torno a los 60 euros por megavatio-hora para plantas que funcionan aproximadamente 8.000 horas al año.
En este sentido, el ex ministro Jordi Sevilla subrayó que "no hay que excluir la opción nuclear ni económicamente ni desde el punto de vista del impacto de CO2 en la configuración del futuro 'mix' energético".
"No podemos ir hacia un modelo con un peso mucho mayor de determinados tipos de energía sobre otros", explicó Sevilla, quien también pronosticó la existencia de un 'gap' en el consumo a partir de 2020.
El informe prevé, de aquí al año 2030, un incremento adicional de la demanda eléctrica de casi 200.000 gigavatios-hora y un aumento adicional de punta de más de 30.000 megavatios. No obstante, Pedro Larrea, socio de la consultora en España y ex directivo de Endesa, matizó que no será hasta 2014 cuando se recupere la demanda de 2008 y que "en los próximos cursos no resultará necesario añadir nueva capacidad".
Así, y según PricewaterhouseCoopers, el sector eléctrico deberá instalar entre 3.500 y 5.000 megavatios anuales hasta el 2030, lo que implicará una inversión de entre 4.000 y 8.000 millones de euros al año, entre 85.000 y 170.000 millones de euros en total.
Cuatro escenarios
El informe plantea cuatro escenarios diferentes, con mayor o menor presencia de energías renovables y un peso distinto de la energía nuclear, para satisfacer la demanda con un adecuado índice de cobertura y garantizar el suministro, la eficiencia económica y la sostenibilidad medioambiental.
Las conclusiones arrojan un crecimiento de la participación de las energías renovables en los cuatro supuestos dibujados y la incorporación de unos 35-40 gigavatios de tecnologías térmicas en el periodo 2009-2030. Además, en alternativas con alta proporción de energías renovables y energía nuclear podría reducirse el volumen de emisiones respecto al nivel de 2006, e incluso acercarse a los niveles de 1990.
Larrea quisó precisar que, con este este informe, la consultora no pretende "entrar a discustir el 'mix' comprometido a corto plazo" y que el estudio constituye una valoración estratégica del futuro a medio plazo (20 años).