España comienza 2011 con un mal dato laboral. El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) se situó al finalizar enero en 4.231.003, su nivel más alto en toda la serie histórica comparable, que arranca en 1996, y el más elevado, por tanto, de los tres años de crisis que arrastra ya España, según los datos oficiales publicados este miércoles por el Ministerio de Trabajo.
Según el Gobierno, enero sumó 130.930 desempleados, un aumento del 3,2% respecto al pasado diciembre, ligeramente superior al registrado en enero de 2010 cuando las listas de las oficinas públicas de empleo sumaron 124.890 desocupados. En enero de 2009 se registraron 198.838 desempleados más, y en igual mes de 2008 la cifra fue muy similar a la de 2011, con 132.378 nuevos desempleados.
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Hasta aquí las cifras oficiales. Sin embargo, a dichos números es preciso sumar la bolsa de desempleados que no son contabilizados por el Gobierno en las listas del Inem, como consecuencia del habitual maquillaje estadístico que se aplica desde 2008.
Desde entonces, Trabajo descuenta de la cifra oficial a los parados que acuden a cursillos de formación, catalogados bajo el epígrafe de "demandantes de empleo no ocupados" (DENOS). En enero su cifra ascendió a 234.048 personas. Trabajo, sin embargo, los considera estadísticamente como parados "ocupados".
Además, el Ministerio que dirige Valeriano Gómez tampoco contabiliza a los 224.545 desempleados agrupados bajo el título de demandantes de empleo con "disponibilidad limitada" o "demanda de empleo específica". Estas personas, según afirma el antiguo Inem, "son aquellos demandantes, sin empleo, que indican en su solicitud condiciones especiales de trabajo". Es decir, que son también parados.
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De este modo, el número real de parados-sumando ambos epígrafes- asciende a un total de 4.689.596 personas el pasado enero, con lo que Trabajo oculta a 458.593 desempleados en las listas oficiales. Así pues, en realidad, España comienza el año con 141.181 parados más respecto a las cifras -sin maquillaje- del pasado diciembre, un aumento del 3,1%.
El dato de paro real, una vez eliminado el tradicional maquillaje estadístico que aplica Trabajo, se aproxima así al que arroja el Instituto Nacional de Estadística (INE) y Eurostat, cuya metodología es muy similar.
En concreto, España cerró 2010 con cerca de 4,7 millones de desempleados y una tasa de paro del 20,3%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre elaborada por el INE.
Asimismo, Eurostat arrojó una tasa del 20,2% el pasado diciembre. Es decir, los datos (desestacionalizados) que publica la oficina estadística de la UE coinciden casi exactamente con la tasa de la EPA. Ambas entidades aplican la misma metodología, siendo la única diferencia la desestacionalización de los datos.
El aumento del paro en enero elevará aún más este índice, de modo que España apunta ya hacia una tasa del 21%, manteniéndose como líder absoluto del desempleo en la UE y la zona euro.