Ésta era la intención del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando puso al actual presidente de la Generalidad, José Montilla, al frente del Ministerio de Industria. El encargo de Moncloa era apoyar la compra de Endesa por parte de Gas Natural, en septiembre de 2005.
Pero al final, el tiro ha salido por la culata, como siempre sucede cuando el Estado mete las manos en la estructuras empresariales. El entonces presidente de Endesa, Manuel Pizarro (hoy diputado del PP), no podía comprender que la gasista catalana pudiera hacerse con la mayor eléctrica española, y manifestó su oposición a la operación.
El presidente de Gas Natural, en un alarde dialéctico, comparó la Oferta Pública de Adquisición (OPA) que había lanzado sobre Endesa con “un embarazo que durará nueve meses”; mientras que Pizarro blandía la Constitución Española para defender el interés de los accionistas de Endesa que, a su juicio, se verían perjudicados con este asalto de la gasista.
Entonces, apareció la alemana E.On para ser el “caballero blanco” de Endesa y los nervios llegaron al sector empresarial catalán. Si la energética germana tenía éxito entonces Gas Natural perdería una oportunidad de oro para quedarse con el mercado energético nacional. El Gobierno tampoco estaba conforme, y defendía la necesidad de que Endesa siguiera siendo española.
Entonces, la italiana Enel comunicó que había decidido aliarse con la constructora española Acciona para lograr Endesa. Muchos analistas apuntaban que la presencia de Acciona era sólo testimonial y que servía al Gobierno como cortina de humo para que la opinión pública no fuera consciente de que, en realidad, era el Estado italiano (Enel es pública) la que lograría finalmente el control de Endesa, como finalmente ha sucedido.
En 2007, cuando tomaron el control conjunto de Endesa, Enel y Acciona suscribieron una opción de compraventa sobre el 25% del capital de la eléctrica española a un precio de 11.100 millones de euros. La fecha pactada para ejecutar esta opción era marzo de 2010, pero Enel planteó a Acciona la posibilidad de adelantar en un año la operación.
Ahora Endesa se convierte en un campeón nacional, pero no español, sino italiano, ya que Acciona ha vendido su 25% en Endesa por 8.200 millones de euros en efectivo y 2.105 megavatios (MW) renovables, según el acuerdo final entre la constructora y Enel.
9.600 millones de euros en efectivo para Acciona
En concreto, Acciona recibirá 9.600 millones de euros en efectivo de manos de Enel y otros 1.500 millones en dividendos de Endesa como pago por su 25% en la eléctrica. El favor al Gobierno le ha reportado jugosas plusvalías.
Con este dinero, se cubrirá el pago del put de venta del 25% de Acciona en Endesa, valorado en 11.100 millones. Tras ello, la constructora de la familia Entrecanales comprará por 2.900 millones los activos renovables de Endesa.
Estos activos consisten en 2.105 megavatios (MW) en España y Portugal, de los que 688 MW corresponden a centrales hidráulicas, y quedarán integrados dentro de la sociedad Acciona Energía. Enel ha contado en este proceso con el asesoramiento de su banco de negocios Mediobanca, mientras que Acciona ha sido asesorada por Lazard y Citi.
Con la ruptura de su relación con Acciona , la compañía italiana eleva del 67% al 92% su participación en Endesa y asume un control que, debido al acuerdo de accionistas de marzo de 2007, le estaba limitado.