En un editorial titulado S'painfil, destaca que el ejecutivo español prevé un nivel de deuda del 74% del PIB en 2012, el doble que el existente antes del inicio de la crisis, aunque reconoce que aún está lejos del actual nivel de Grecia del 115% del PIB.
En su opinión, esto significa que España "aún tiene tiempo de poner su casa en orden". "Con una economía cuatro veces más grande que la de Grecia, cualquier problema en España es probable que tenga mayores consecuencias", añade.
Respecto al último plan de austeridad presentado por el Gobierno, en el que prevé reducir el déficit al 3% del PIB en 2012, subraya que la mitad de la contracción procede del recorte del gasto público, para lo que debe contar con el apoyo de los gobiernos regionales independientes, y la otra mitad, del crecimiento económico, "algo que no se debe dar por supuesto".
Asimismo, reconoce que las últimas medidas presentadas por el Gobierno español "van más allá que las de Portugal", pero quedan lejos de las anunciadas por Irlanda. En este sentido, resalta que sólo el plan presupuestario irlandés ha conseguido calmar a los mercados de bonos después de la crisis de Grecia. De hecho, apunta que el coste de la deuda española a diez años bajó desde 100 puntos básicos la semana pasada a 85 puntos básicos este lunes.
"Poner en orden las finanzas públicas"
En otro artículo publicado en su edición digital, Financial Times considera que ya es "suficientemente malo que los inversores hayan perdido la fe en la política económica de Grecia", por lo que consideró "esencial que España ponga rápidamente en orden sus finanzas públicas" para que la eurozona "permanezca intacta".
Sin embargo, resaltó que las perspectivas inmediatas son "lamentables", ya que, según el Fondo Monetario Internacional, es el único gran país desarrollado en el que no se espera crecimiento económico interanual récord en 2010 y donde se prevé una contracción del 0,6%.
El rotativo económico cree que nada de esto sería preocupante para los socios europeos de España o los inversores en deuda soberana si el Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero "aprendiera algo de su crisis fiscal".
Así, considera que desde el principio de la crisis hace dos años hasta hoy, el Ejecutivo español no sólo ha gastado "libremente" sus planes de emergencia de creación de empleo sino que también ha sido demasiado optimista sobre las previsiones económicas del país, lo que hace "especialmente difícil" convencer a los españoles de la necesidad de hacer sacrificios financieros.
Por otra parte, el hecho de que algunos economistas independientes hayan calificado de "irreal" el plan de reducción del déficit presentado por el Gobierno español han situado al país "injustamente" junto a Grecia, en "la cola de la zona euro".
Sin embargo, cree que la defensa realizada por el Gobierno español del sistema financiero del país o del bajo nivel de deuda pública no responde a la principal pregunta que se hacen inversores y economistas interesados en Europa: ¿puede España controlar su presupuesto y volver a ser competitiva dentro de las limitaciones de la moneda única europea?.