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Elinor Ostrom: el perfil desconocido de la primera mujer Nobel de Economía

La Nobel de Economía 2009 Elinor Ostrom es una gran desconocida para el gran público. Sin embargo, su trabajo destaca por el estudio de las soluciones voluntarias y cooperativas en la gestión de los bienes y propiedad comunes. Libertad Digital desvela las principales claves de su obra.

La Nobel de Economía 2009 Elinor Ostrom es una gran desconocida para el gran público. Sin embargo, su trabajo destaca por el estudio de las soluciones voluntarias y cooperativas en la gestión de los bienes y propiedad comunes. Libertad Digital desvela las principales claves de su obra.

En el pensamiento popular, y también en el económico, se suele caer en cierto simplismo cuando se traza una clara línea divisoria entre el “mercado” y el “estado”, entendido el primero como mecanismo por el que se llevan a cabo intercambios, y el segundo como el gobierno con su inherente naturaleza coactiva.

Así, desde esta perspectiva, por ejemplo, un recurso natural o bien es privatizado para uso de un individuo particular, o bien es propiedad del estado, excluyéndose terceras posibilidades.

Sin embargo, sí existe un espacio entre ambas opciones. Y es que, pueden surgir soluciones y arreglos contractuales y voluntarios entre las partes interesadas en conservar ese recurso, emergiendo reglas de comportamiento consensuadas que regirán el uso que los habitantes de la zona afectada darán al recurso. En este proceso toda clase de valores, normas, convenciones sociales, etc. pueden influir a los resultados finales. A esto se le suele poner el nombre de instituciones.

Tanto la primera como la segunda opción pueden presentar problemas en ocasiones. La dificultad técnica de excluir a usuarios del recurso que no son propietarios que conlleva la privatización, y los problemas que genera la propiedad estatal de estos recursos.

Se trata de la llamada tragedia de los bienes comunales, que podría resumirse popularmente en el dicho de que “lo que es del común es del ningún”, ya que existirán incentivos a la sobre-explotación del recurso en cuestión, lo que puede generar efectos perversos. Por estos motivos, esa tercera vía puede que en ciertos casos pueda ser aconsejable.

No obstante, la teoría económica convencional que se enseña actualmente en la inmensa mayoría de las universidades cae en muchas ocasiones en el irrealismo y el simplismo al no reconocer la riqueza y complejidad de los fenómenos sociales tal y como se dan en la realidad.

En particular, el papel de las instituciones tiene poca cabida en los modelos matemático-económicos más en boga en la profesión. Debido a que el comportamiento económico de los agentes se plasma en un mero ejercicio matemático de maximización de una función matemática, lo anterior no debería extrañar a nadie.

Pero afortunadamente, los recientes Premios Nobel, Oliver E. Williamson y Elinor Ostrom no se adhieren a esta tendencia, hecho que puede impulsar el análisis de las instituciones sociales dentro de la ciencia económica, y esperemos que en un futuro cercano la teoría microeconómica (la referida al comportamiento de los agentes individuales como consumidores y empresas) de los libros de textos incorpore las contribuciones de estos dos economistas.

A continuación nos centraremos en las contribuciones de Elinor Ostrom, figura más desconocida a la de Williamson. Esta primera mujer en ganar un Nobel en Economía era investigadora de la Universidad de Indiana, parte importante del multidisciplinar Workshop in Political Theory and Policy Analysis.

Sobre el desconocimiento acerca de Ostrom de la profesión económica antes de recibir el Nobel, señala Stephen Levitt, popular bloguero y autor del best-seller Freakonomics, que era inmenso, e incluso reconoce que tuvo que buscar su nombre en Wikipedia.

Una politóloga, Nobel de Economía

No en vano, la ganadora del Premio Nobel 2009 en economía es politóloga, no economista, razón que podría explicar el profundo desconocimiento de los economistas, y que viene a reflejar el escaso nivel multi-disciplinar de la ciencia económica dominante.

En la blogosfera las reacciones han sido múltiples -muy pocos economistas se pueden resistir a hacer una anotación en su blog sobre los premiados, algo que ocurre sólo una vez al año- además de variadas, como suele suceder en estas ocasiones. Para ver algunas de las múltiples reacciones, Albert Esplugas ha realizado una interesante compilación.

La lúcida y realista observación hacia problemas y cuestiones sociales ha sido destacada por numerosos comentadores. Así Peter Boettke de la George Mason University comentaba que ella no limitaba su trabajo al tratamiento de problemas matemáticos con conceptos de la elección problemáticos, ni tampoco a modelos institucionalmente antisépticos acerca de los “mercados”. Su análisis de la elección no se centra en agentes desprovistos de toda “humanidad” y convertidos en simples máquinas reactivas, sino en seres humanos.

Entre otros temas de interés de Ostrom está la llamada Nueva Economía Institucional, la teoría de la Elección Pública o la gestión de los recursos comunes, caso con el que comenzábamos el artículo. Efectivamente, como señala Alex Tabarrok de Marginal Revolution, “su trabajo ha explorado cómo entre el individuo  atomizado y la pesada mano del gobierno hay un abanico de asociaciones colectivas y voluntarias que a lo largo del tiempo pueden hacer surgir reglas eficientes y equitativas para el uso de los recursos comunes… Para Ostrom no es la tragedia de los comunes sino la oportunidades de los comunes”.

La importancia de la cooperación voluntaria

Para Boettke “lo que el trabajo de Ostrom demuestra es cómo los individuos pueden trabajar en una variedad de escenarios para encontrar soluciones institucionales que fomenten la cooperación social y la mejora humana. Es sobre la asociación cívica voluntaria, un subgrupo de lo que es la vida comercial”, lo que algunos denominan como el tercer sector, además del privado y el público.

Desde el blog The Economic Way of Thinking, donde participan varios profesores de economía, Scott Beaulier mostraba su preocupación acerca de la previsible reacción de los medios masivos de comunicación: “Temo que al interpretar el trabajo de Ostrom no entenderán nada”.

Al explicar la esencia de su obra, decía que “en sus estudios de casos, Ostrom está diciendo que en última instancia el contexto importa y que debemos practicar la humildad cuando intentamos reformar o mejorar la eficiencia de los comunes. Ella está diciendo “¡No hagáis daño!”, pero "en ningún caso está diciendo que las soluciones individuales y privadas fallan”.

Para Beaulier su preocupación viene de que “con las prisas de los medios para simplificar, es fácil imaginarles diciendo cosas como que Ostrom nos dice que las soluciones individuales y privadas son inferiores a las soluciones comunitarias". Ése no es el mensaje que hay que tomar de su obra, advierte este economista.

El País no interpreta correctamente su obra

Y en efecto, estos temores se han hecho realidad. Desde el diarioEl País, se apelaba a la “apuesta sostenible” del trabajo de Ostrom: “En un momento en el que muchos Gobiernos, como el catalán, están desarrollando sus estrategias para el desarrollo sostenible, la concesión del Premio Nobel de Economía 2009 a Elinor Ostrom reafirma que se trata de una dirección que no nos interesa perder”. Otros aprovechan para decir que “los mercados no lo son todo” o que el Nobel ha sido para investigadores “no-mercado”.

Como argumentábamos más arriba, la estrecha concepción de la ciencia económica en los círculos dominantes es muy limitada, como también han denunciado prestigiosos economistas como James Buchanan desde hace muchos años. Y esto a su vez también influye en la estrecha concepción de los mercados.

Como sostiene Sheldon Richman, editor de la revista The Freeman, “no hay razón para considerar a la actividad cooperativa voluntaria en la gestión de los recursos, fuera de las firmas tradicionales, como no mercado”. Alternativamente propone que “la división básica en los asuntos humanos no es mercado frente a no-mercado, sino voluntario/cooperativo frente a coactivo, o sociedad frente a Estado”. 

OBRAS DE INTERÉS:

Governing the Commons: The Evolution of Institutions for Collective Action. Elinor Ostrom (1990)

Understanding Institutional Diversity. Elinor Ostrom (2005)

Challenging Institutional Analysis and Development: The Bloomington School. Por Peter Boettke y Paul Dragos Aligica. Sobre las contribuciones teóricas de Elinor Ostrom y su marido Vincent (2009)

Methodological individualism, spontaneous order and the research program of the Workshop in Political Theory and Policy Analysis. Por Peter Boettke y Christopher Coyne (2005)

Entrevista con los Ostrom por el Mercatus Center (2003) 

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