De este modo, el objetivo de captación, que era de un mínimo de 2.500 y un máximo de 3.500 millones de euros, se ha cumplido, aunque el interés marginal que el Tesoro ha tenido que ofrecer por los bonos a 10 años es el más elevado desde 2001 y ocho décimas por encima del de la anterior subasta.
En cuanto a los bonos a 30 años, su rentabilidad ha marcado su máximo de todos los tiempos -la primera referencia en la web del Banco de España data de 1998- y supera en más de un punto porcentual el anterior interés aplicado a esta denominación en la subasta celebrada en marzo, cuando fue del 4,768%. Sólo una vez, en el año 2000, el interés marginal había superado anteriormente el 5,91%.
La demanda ha vuelto a superar en esta ocasión las previsiones, ya que las entidades solicitaron 5.656,57 millones de euros en obligaciones a 10 años, de las que finalmente se adjudicaron 3.000, mientras que la demanda de deuda a 30 años se elevó a 1.173,27 millones de euros, y se adjudicaron 479,17.
La última subasta de bonos a diez años celebrada por el Tesoro tuvo lugar el pasado 20 de mayo, cuando se adjudicaron 3.520,8 millones de euros en obligaciones a 10 años con una rentabilidad del 4,074%, un ligero incremento respecto al coste de financiación del Estado en la anterior puja (3,864%), celebrada en marzo.
Por lo que respecta a las obligaciones a 30 años, la última subasta se produjo en marzo de este año. Ese día se adjudicaron 1.869,1 millones de euros con un interés marginal del 4,768%, inferior al 4,811% de la anterior puja de esa denominación, celebrada en febrero.
El Tesoro ya se vio obligado a elevar el martes la rentabilidad de la subasta de letras a 12 y 18 meses, en parte debido a que Moody's rebajó el lunes la calificación de la deuda griega a bonos basura. Ese día también la demanda superó con mucho la oferta, que se situaba entre 5.000 y 6.000 millones, ya que el martes se adjudicaron 5.168,20 millones de euros en letras a doce y dieciocho meses, con un interés del 2,45% y del 2,9%, respectivamente, superiores a los de las pujas anteriores de ambas denominaciones.
Las entidades solicitaron 6.261,43 millones de euros en letras a un año, de los que finalmente se adjudicaron 4.180,42, y 3.468,78 de letras a dieciocho meses, frente a los 987,78 finalmente adjudicados.
El coste de financiación del Estado se ha incrementado paulatinamente desde que hace algo más de un año, en abril de 2009, cuando la agencia de "rating" Standard & Poors (S&P) rebajara la calificación de la deuda a largo plazo de España hasta el nivel "AA".
El diferencial del bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, lo que se conoce como el "riesgo país", se elevaba a esta hora hasta 219 puntos básicos, por debajo de los 221 con los que comenzaba la sesión. Este mes aún queda pendiente una subasta de letras a tres y seis meses, el próximo martes 22.
En cuanto a los bonos a 30 años, su rentabilidad ha marcado su máximo de todos los tiempos -la primera referencia en la web del Banco de España data de 1998- y supera en más de un punto porcentual el anterior interés aplicado a esta denominación en la subasta celebrada en marzo, cuando fue del 4,768%. Sólo una vez, en el año 2000, el interés marginal había superado anteriormente el 5,91%.
La demanda ha vuelto a superar en esta ocasión las previsiones, ya que las entidades solicitaron 5.656,57 millones de euros en obligaciones a 10 años, de las que finalmente se adjudicaron 3.000, mientras que la demanda de deuda a 30 años se elevó a 1.173,27 millones de euros, y se adjudicaron 479,17.
La última subasta de bonos a diez años celebrada por el Tesoro tuvo lugar el pasado 20 de mayo, cuando se adjudicaron 3.520,8 millones de euros en obligaciones a 10 años con una rentabilidad del 4,074%, un ligero incremento respecto al coste de financiación del Estado en la anterior puja (3,864%), celebrada en marzo.
Por lo que respecta a las obligaciones a 30 años, la última subasta se produjo en marzo de este año. Ese día se adjudicaron 1.869,1 millones de euros con un interés marginal del 4,768%, inferior al 4,811% de la anterior puja de esa denominación, celebrada en febrero.
El Tesoro ya se vio obligado a elevar el martes la rentabilidad de la subasta de letras a 12 y 18 meses, en parte debido a que Moody's rebajó el lunes la calificación de la deuda griega a bonos basura. Ese día también la demanda superó con mucho la oferta, que se situaba entre 5.000 y 6.000 millones, ya que el martes se adjudicaron 5.168,20 millones de euros en letras a doce y dieciocho meses, con un interés del 2,45% y del 2,9%, respectivamente, superiores a los de las pujas anteriores de ambas denominaciones.
Las entidades solicitaron 6.261,43 millones de euros en letras a un año, de los que finalmente se adjudicaron 4.180,42, y 3.468,78 de letras a dieciocho meses, frente a los 987,78 finalmente adjudicados.
El coste de financiación del Estado se ha incrementado paulatinamente desde que hace algo más de un año, en abril de 2009, cuando la agencia de "rating" Standard & Poors (S&P) rebajara la calificación de la deuda a largo plazo de España hasta el nivel "AA".
El diferencial del bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, lo que se conoce como el "riesgo país", se elevaba a esta hora hasta 219 puntos básicos, por debajo de los 221 con los que comenzaba la sesión. Este mes aún queda pendiente una subasta de letras a tres y seis meses, el próximo martes 22.