El tercermundista mercado laboral español: entre Kirguizistán y Cabo Verde

Puede que los 23 futbolistas escogidos por Vicente del Bosque sean los máximos favoritos para ganar el inminente Mundial de Sudáfrica. Pero respecto al mercado de trabajo, no hay dudas de que España no liderará ninguna clasificación en los próximos meses. La rigidez de la legislación laboral ya ha sido denunciada en numerosas ocasiones por diferentes organismos como el FMI o el Banco Mundial.

El 20% de tasa de desempleo que presenta España es más del doble del 9,2% que registra el conjunto de la UE, a pesar de que la crisis también se está cebando con los países de nuestro entorno.

Pero quizás sea aún más decisiva la foto a nivel mundial. Según los datos publicados por la CIA en su completísimo World Factbook, a finales de 2009, la tasa de paro en España se situaba en el 18,1% y dejaba al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en el puesto 162 de este ranking de 200 países, entre Kirguizistán y Sudán. Y si se toman los últimos datos publicados por la EPA (20,05% el 31 de marzo), se bajarían algunos puestos más, hasta el 168, entre Santa Lucía y Cabo Verde.

Aunque esta clasificación no es absolutamente precisa, puesto que muestra a países con situaciones económicas y legislaciones muy diferentes (por ejemplo, Cuba aparece en los primeros puestos con un paro oficial, pero no real, del 1,8%), la distancia entre España y el resto de los países de la UE es muy significativa.

El siguiente país de la eurozona es Irlanda, con un 12% de desempleo en el puesto 133. El 9,2% que aparece como la media de los Veintisiete situaría a la UE en el puesto 103, algo por delante de EEUU.

Además, la cosa no parece que vaya a mejorar en los próximos meses. España está mal clasificada en el ranking de crecimiento del PIB en el último año. Con una caída del 3,6% se sitúa en el puesto 176, aunque en este caso al menos le queda el consuelo de que está rodeada de países del primer mundo: Holanda, Dinamarca o Suecia vieron un descenso del PIB superior al español.

Sin embargo, de cara a 2010, la española es la única economía desarrollada que seguirá en recesión, lo que seguramente provocará que la diferencia entre su mercado laboral y el de sus vecinos se haga más profunda.