En enero de 2011 las ventas de cigarrillos se han reducido un 34% respecto al mismo mes en 2010. Uno de los motivos de este descenso ha sido que muchos fumadores han decidido pasarse al tabaco de liar, tanto es así, que en el primer mes de 2011 las ventas de picadura de liar aumentaron un 20,5% interanual.
El impacto de la crisis y el aumento de la presión fiscal sobre los cigarrillos ha favorecido que un bien que llevaba varias décadas en desuso se consolide en el mercado como la alternativa más exitosa al tradicional pitillo.
El Gobierno, consciente del incremento progresivo de las ventas de los paquetes de picadura, ha encarecido el precio del tabaco de liar mediante el aumento sistemático de los impuestos a este producto, justificándose en que esta medida conseguiría un efecto desincentivador del consumo.
Una de las subidas de precio más acusadas en esta materia se produjo en julio de 2009, cuando el Ejecutivo estableció dos tipos de impuestos sobre la picadura: uno específico a la producción, fijado en seis euros por kilo, y otro mínimo de 50 euros, que elevarían el coste del producto en más de un 52%, sin que el tipo proporcional del 41,5% sobre el precio de venta, el IVA y el margen del estanquero se modificasen.
La última subida impositiva se produjo en diciembre de 2010, fijando el impuesto específico en los ocho euros por kilo y el mínimo en los 75. Este nuevo incremento de los tipos se tradujo en un aumento en el precio de la picadura de más del 45%. Fortuna de Liar es un claro ejemplo del alza de precios que ha sufrido esta rama tabaquera, ya que en menos de dos años su paquete de 20g ha pasado de costar 1 euro a costar 2,40.
Pese a la disminución del diferencial de precios entre cigarrillos y tabaco de liar, este último y la correspondiente parafernalia que lo acompaña (filtros, papel y liadoras de pitillos), sigue siendo la opción más barata para el bolsillo de los fumadores, que no han tenido inconveniente en modificar sus hábitos de consumo para ahorrar.
Las grandes tabaqueras han notado la gran acogida de la picadura y muchas han orientado su estrategia de mercado al lanzamiento de la "versión de liar" de sus marcas de referencia para compensar así el descenso en la venta de cajetillas.
Las principales compañías de tabaco han registrado fuertes caídas en la venta de cigarrillos el pasado enero. Camel (Japan Tobacco), Ducados Rubio y Fortuna (Altadis) han resultado ser las más perjudicadas por este descenso, con caídas superiores al 40% interanual.
Estos datos no impiden que Fortuna se mantenga en el puesto número tres del ranking de los cigarrillos más vendidos en todo el territorio nacional, con una cuota de mercado del 10,29%, solo superado por Winston (Japan Tobacco), con un 11,10% de participación, y liderado otro año más por la etiqueta americana de Marlboro (Phillip Morris), que ha sido de las pocas compañías que han conseguido incrementar en enero su cuota en el mercado tras subir 0,7 puntos porcentuales, hasta coronar el 12,59%.
En cuanto a la picadura de liar existen dos claros ganadores que han sabido adaptarse a la nueva moda del humo: Winston y Ducados Rubio. En el caso de Winston el triunfo se debe a la rapidez con que introdujo en el sector su modalidad de liar, disparando sus ventas en un año y situando a esta marca premium en el puesto número 5 de las empresas tabaqueras que más picadura venden en la actualidad.
Parece ser que la buena relación calidad-precio de Ducados Rubio ha sido el motivo que ha conquistado a los fumadores a la hora eligir su tabaco económico ya que respecto a enero de 2010, la marca de Altadis ha pasado de vender 6.079 kilos a 67.139 kilos de picadura desbancando a Pueblo, el líder indiscutible de 2010 y adelantando a Golden Virginia que incluso ha reducido sus ventas 53,59%.
Fuentes de la compañía atribuyen el auge de esta joven marca al lanzamiento, en junio de 2010, de dos subsectores dentro del mercado de liar que es el "tabaco para intubar", donde Ducados Rubio es pionero en España, y los "botes o latas de picadura" que contienen más cantidad del producto. Innovación, originalidad, exclusividad y adaptación a los hábitos de sus clientes son herramientas imprescindibles dentro de un sector gravemente perjudicado por la intervención estatal.