En su edición del viernes, el rotativo heleno publica que los servicios secretos de país (Centro Nacional de Inteligencia) han descubierto presiones de inversores internacionales sobre la economía griega. La tesis del Gobierno griego es, como la española, que los inversores son "conspiradores" por deshacerse de su deuda. Se trata de simple propaganda, ya que los mercados penalizan la lamentable gestión de la política económica de ambos países.
Según el diario, los citados bancos de inversión que operan en Europa y EEUU vendieron el pasado mes de diciembre "de forma masiva bonos (estatales) y los volvían a comprar a precios reducidos al final de la jornada", informa EFE.
El diario asegura que en sus investigaciones, los servicios secretos griegos están en contacto con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España y los servicios de inteligencia de Francia y Reino Unido.
En varias declaraciones, el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, ha dejado entrever que los "ataques especulativos" contra Grecia no tenían sólo como objetivo a su país, sino a la propia moneda única europea, el euro.
El abultado déficit público de Grecia ha causado que por primera vez la Unión Europea someta a un país de la zona euro a una estrecha supervisión para asegurarse del cumplimiento de un duro ajuste fiscal.
Según el plan aprobado por Bruselas, Grecia deberá reducir su déficit público del 12,7% del Producto Interior Bruto (PIB) al 8,7% a fines de 2010, hasta llegar a un 2,8% por ciento hacia 2012. En los próximos meses Grecia necesitará refinanciar unos 53.000 millones de euros de su deuda pública por medio de la emisión de bonos.