LD (M. Llamas) Pese al optimismo económico mostrado este miércoles por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tanto la producción como el consumo siguen sin levantar cabeza. Más bien, todo lo contrario, puesto que continúan en caída libre. Los motores de la actividad española se van apagando uno tras otro, tanto a nivel de producción como de consumo.
El sector servicios acaba de registrar una tasa de actividad negativa histórica. Así, el índice de gestión de compras del sector servicios (PMI) se situó en junio en 36,7 puntos frente a los 43,3 del mes anterior. El PMI constituye un indicador de referencia para medir la actividad de un determinado sector. En este sentido, el límite de los 50 puntos se interpreta como la delgada línea roja que separa el crecimiento de la contracción en una determinada actividad.
El dato echa por tierra las previsiones iniciales de los analistas, que lo situaban en 43 puntos, y pone de manifiesto la débil productividad española, informa Reuters, que se ha visto agravada por la subida de la inflación
De hecho, algunos de sus componentes presentaban ya tasas interanuales negativas durante el pasado mes de abril y mayo. El PMI de junio viene a confirmar la creciente caída que está sufriendo uno de los sectores clave de la producción nacional. Sin embargo, no es el único.
La contracción de los servicios se suma al desplome que, desde hace meses, vive el sector de la construcción nacional, tal y como refleja su Índice de Producción sectorial (IPI).
A ello, se suma la recesión técnica (dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo) que registra ya tanto la industria como el consumo, tal y como avanzó LD.
En cuanto a la industria, según el último informe económico del Gobierno, “el comportamiento del Índice de Producción Industrial (IPI) en los últimos meses confirma la atonía de la actividad en el sector. Su tasa de variación interanual se situó en abril en el -0,2 por ciento, con series corregidas de calendario, cerrando así el primer cuatrimestre de 2008 con un descenso anual del 0,4 por ciento, cifra notablemente inferior a la registrada en el conjunto del pasado año (1,9 por ciento)”. Además, “dicha ralentización se ha visto reflejada en todos los grupos de destino, a excepción de la energía, que ha mostrado un fuerte vigor”.
Mientras, en el ámbito del consumo, la evolución del índice de ventas al por menor tampoco deja lugar a dudas. Dicho indicador ha caído un 5,3 por ciento en tasa interanual el pasado mes de mayo, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los productos de alimentación disminuyen un 0,3 por ciento y los productos no alimenticios descienden un 8,5 por ciento. Si se desglosan estos últimos por tipo de producto se observan unas tasas del -4,9 por ciento en equipo personal, del -12,2 por ciento en equipo del hogar y del -5,4 por ciento en otros bienes.
El desplome que han sufrido las ventas de vehículos también pone en evidencia la contracción hacia la que avanza el consumo nacional. Con tasas negativas tanto en la producción como en las ventas no es de extrañar que la confianza de los consumidores en la economía española se sitúe en mínimos históricos.
Como consecuencia, el mercado laboral continúa destruyendo empleo neto. Es decir, España es, hoy por hoy, incapaz de absorber el intenso aumento de paro que se registra desde hace meses. Este jueves, la patronal de los empresarios (CEOE) avanza 1,5 millones de parados nuevos en caso de que se mantenga esta situación. El continuo deterioro de dichos indicadores incrementa, en gran medida, el riesgo de que la economía en su conjunto entre en recesión a corto o medio plazo.
Caída de la producción industrial
Además, el Indice General de Producción Industrial (IPI) descendió un 7,3 por ciento en mayo respecto al mismo mes del año anterior y un 5,5 por ciento al descontar los efectos de calendario, la mayor caída desde diciembre de 2001, cuando este índice retrocedió un 6,3 por ciento de acuerdo con la serie corregida de calendario elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En función del destino de los bienes, los intermedios son los que más bajan, un 8,7 por ciento corregido de efectos de calendario, mientras que la producción de bienes de equipo cayó un 2,9 por ciento y los de energía aumentaron un 0,2 por ciento.
Dentro de estos subgrupos, destaca el descenso del 25,1 por ciento en las máquinas de oficina e informática, mientras que el material electrónico, de radio y televisión fue el que más subió, con un crecimiento del 21,2 por ciento.