La Casa Real entiende, según informa El Mundo, que ser "neutral" ante la huelga general convocada para este miércoles es que ni el Rey, ni el Príncipe ni ningún miembro de la Casa Real aparezca en un acto público. Lo harán, dicen en Zarzuela, en sus despachos. Para que nadie los vea, se entiende. O sea, que no dé la impresión de que trabajan. Es la particular interpretación que hacen de la "neutralidad rigurosa" que, dicen, debe guardar el Rey ante la convocatoria sindical.
Para más inri, la decisión se tomó, siempre según las fuentes de Zarzuela citadas por El Mundo, después de "valorar los argumentos en pro y en contra". La conclusión a la que llegaron es de aurora boreal: "Cualquier actividad exterior del Rey o el Príncipe podía trasladar la impresión a los ciudadanos de que se intentaban forzar las cosas tomando una posición contraria a la huelga".
Sin embargo, pretendían que esta ausencia de actos públicos de todos y cada y uno de los miembros de la Familia Real, justificada con semejante argumentación, no se interpretase como que secundan la huelga general. Evidentemente no lo han conseguido y se ha montado un revuelo considerable.
Tanto es así, que desde Zarzuela están intentado arreglar el desaguisado y hacen hincapié en que el Rey "trabajará como un día cualquiera". Fuentes de la Casa del Rey aclaran, ahora, según informa El Confidencial, que "no se ha suprimido ninguna actividad de Su Majestad ni de ningún otro miembro de la Familia Real por la sencilla de que no había ninguna programada para mañana" y que "no se trata de una decisión extraordinaria debido a la huelga, sino que mañana no hay ningún acto público que requiera de la presencia del Rey.
Una versión que contradice tajantemente lo publicado por El Mundo. En ambos casos se citan fuentes oficiales de Zarzuela. O es que en Palacio cada uno cuenta una cosa distinta o, lo más probable, estamos ante una rectificación ante una nueva metedura de pata de la Casa del Rey.