Menú

El rescate irlandés se lleva por delante a España y Portugal

Los 90.000 millones de euros que Bruselas y el FMI destinarán a rescatar a Irlanda no convencen a los mercados europeos. Las bolsas del Viejo Continente caían este lunes, una tendencia que se multiplicaba en España y Portugal. Además, se disparaba el coste de la deuda pública de estos dos países.

La Bolsa española marcó una clara tendencia a la baja casi desde el comienzo de la jornada, una tendencia que se aceleró a partir del mediodía. A pesar del alud de declaraciones desde el Gobierno acerca de la solvencia de la situación española y sus diferencias con Irlanda, lo cierto es que todos los indicadores seguían mostrando la preocupación de los mercados. Así, aunque se suponía que el rescate del tigre celta calmaría la tensión en los parqués, lo cierto es que toda la jornada fue una demostración de la desconfianza de los mercados.

Sin embargo, no todas las bolsas sufrieron en la misma medida. En Europa las pérdidas eran moderadas, pero Madrid se desplomaba y mantenía durante toda la jornada un descenso superior al 2,5%, tras el que caía por debajo de los 10.000 puntos por primera vez desde agosto. También sufría una fuerte caída la bolsa lisboeta, que se dejaba el 1,36%.

Mientras, Milán caía el 2,05 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,3 por ciento; París y Londres, el 0,9 por ciento, y Fráncfort, el 0,3 por ciento.

Bruselas: tranquilidad y evitar el contagio

A pesar de todas estas noticias, desde Bruselas se intentaba convencer a la opinión pública de que el rescate de Irlanda por parte de sus socios reduciría la volatilidad en los mercados de deuda soberana y evitaría el contagio a Portugal o España. Varios ministros europeos y representantes de las instituciones comunitarias se afanaron durante toda la jornada en por transmitir un mensaje de tranquilidad y de confianza.

Las causas de los problemas en otros países "son completamente diferentes, por lo que no veo una contaminación del actual problema irlandés", afirmó el secretario de Estado alemán de Exteriores, Werner Hoyer, en una declaraciones efectuadas al llegar al Consejo de Ministros de la UE. La Comisión Europea, por su parte, consideró un "grave error" comparar la crisis en Irlanda -marcada por la delicada situación de sus bancos- con la de otros países como España, cuyo sector financiero goza de "solidez y resistencia", según un portavoz del Ejecutivo comunitario.

El mensaje de Zapatero: no hay comparación

Este mismo mensaje era repetido por el Gobierno español. El propio presidente José Luis Rodríguez Zapatero ha asegurado este mismo lunes ante la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, reunida en Madrid, que España no está en la misma situación que Irlanda, que ha tenido que pedir el rescate a la UE. Según el análisis de Zapatero, el problema de Irlanda ha sido su gran endeudamiento privado, que ha dañado a los bancos, lo que, a su vez, ha repercutido en la desconfianza de los mercados.

A su juicio, esa situación no es comparable a la de España, cuyo sistema financiero ha demostrado su resistencia, certificada hace unos meses por los llamados "test de estrés", gracias al control y a la regulación del Banco de España. Además, el sector público español tiene, según su interpretación, una deuda 20 puntos por debajo de la media europea y un déficit público "perfectamente reconducible" en los próximos ejercicios, a fin de alcanzar el 3 por ciento en el 2013.

La deuda, disparada

El problema es que no sólo la Bolsa española sufría las consecuencias del rescate irlandés. También los mercados de deuda dejaron claro que no confiaban en los gobiernos español y portugués. De esta manera, el diferencial entre el bono español y el alemán subía esta tarde a 207 puntos básicos, al aumentar la presión sobre la deuda española después de que Irlanda aceptara el rescate financiero internacional, según datos del mercado y expertos consultados. Es decir, que al ser rescatada Irlanda, su deuda pasa a ser más segura, por lo que los inversores abandonan otros activos que no les ofrecen este respaldo. Evidentemente, los bonos españoles y los portugueses han sido los primeros en sufrir este nuevo escenario.

De esta manera, la rentabilidad de la deuda española se situaba en niveles del pasado mes de julio y el bono a diez años español elevaba su rentabilidad hasta el 4,733 por ciento. Por contra, la búsqueda de activos seguros fomentaba las compras de títulos alemanes, cuyo rendimiento bajaba cuatro centésimas y se situaba en el 2,665, lo que dejaba el diferencial en los 207 puntos básicos.

El coste de los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a España se situaba al comienzo de la tarde en 277.370 dólares (estaba en 263.570 dólares) para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares en bonos españoles a 10 años.

Tampoco se relajaba la presión sobre la deuda soberana lusa, que no dejaba de subir en los mercados, donde la prima que la penaliza superaba los 420 puntos respecto a la alemana en el caso del bono a diez años, que sirve de referencia.

Temas

En Libre Mercado

    0
    comentarios
    Acceda a los 11 comentarios guardados

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura