Con cara de circunstancia, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, señaló el pasado jueves día 10 que la economía norteamericana ha experimentado una recuperación lo suficientemente robusta como para permitir que el Gobierno cambie de estrategia y pase de rescatar el sistema financiero a preparar el futuro crecimiento.
Geithner rendía cuentas ante el Grupo de Fiscalización del Congreso, encargado de auditar el fondo de rescate bancario. Según explicó el secretario del Tesoro, la nueva etapa permitirá al Gobierno cambiar los programas de rescate emprendidos para frenar la crisis financiera. Además, señaló que ahora es el momento de diseñar nuevos programas que permitan sostener la recuperación de la economía.
Para el secretario del Tesoro, los bancos que han recibido inyecciones de capital procedentes del dinero de los contribuyentes ya han devuelto más de 70.000 millones de dólares, lo que, según Geithner, ha reducido la inversión total del Gobierno a 180.000 millones.
Tal y como publica Reuters, Geithner daba estas explicaciones mientras numerosos asistentes a la sesión en el Congreso mostraban grandes cartulinas rosas con los eslóganes “where did our money go?” (“¿Dónde ha ido nuestro dinero?”) o “give us our money back” (devuélvenos nuestro dinero). Puede ver el vídeo en este enlace.
Este incidente engarza con los diferentes tipos de manifestaciones contrarias a las subidas de impuestos o rescates públicos de empresas en quiebra que se han repetido en sitios como California o, recientemente, en Gran Bretaña.
Tal y como adelantaba esta semana Times Online, los contribuyentes británicos han contestado con contundencia las intenciones de Brown para subir los impuestos. Han sido muy explícitos en pedirle a su primer ministro que se apriete el cinturón, recorte el gasto público y se olvide de subidas de impuestos.
En EEUU, los llamados “motines contra los impuestos”, también conocidos como tea parties, han tenido un importante eco a lo largo y ancho del país. El pasado día 15 de abril, más conocido como Tax Day (el día de los impuestos), los norteamericanos se echaron a las calles de las principales ciudades de cada uno de los 50 estados del país para protestar por el incremento de la presión fiscal y la utilización de recursoas públicos para rescatar grandes inmobiliarias, así como entidades financieras o el sector automovilístico.
En California, los contribuyentes dejaron bien claro al gobernador del estado, Arnold Schwarzenegger, que su plan de subir impuestosy salvar al Estado d ela quiebra no era bien recibido. Así, Schwarzenegger se vio obligado a recortar el gasto y adelgazar al máximo el presupuesto estatal, eliminando, en la práctica, el Estado del Bienestar en California.
En este caso, Geithner ha tenido que soportar, una vez más (no es la primera), el rechazo que genera en buena parte de la sociedad norteamericana su política de rescates públicos al frente del Tesoro durante la peor crisis que ha vivido el país desde la Gran Depresión. Y más aún, el día en el que anunciaba que estas políticas pronto llegarán a su fin.